Obra de teatro abraza las diferencias entre una niña mapuche y una niña huinca

Este sábado 18 de junio a las 16.00 horas en sala La Comedia se presenta la obra familiar «Mi amiga Teipina», de Los Fabulísticos. El montaje trata sobre la amistad entre Doris, una niña huinca, y Teipina, una niña mapuche.

La obra forma parte de la cartelera para jóvenes espectadores que el Teatro Ictus está implementando durante todos los sábados del año (16.00 horas) con propuestas teatrales y musicales a precios populares para toda la familia. Además, la bienvenida al público para todas las funciones de julio estará a cargo de la compañía El Perro Bufo, que ofrecerá en el exterior de la sala el espectáculo «El alma de Chile», en cajitas lambe lambe.

«Mi amiga Teipina», es una dulce historia que sucede en Panguipulli, en el sur de nuestro país, mostrando en escena los maravillosos y coloridos bosques de la zona. El encuentro de estas dos pequeñas niñas y sus culturas es relatado a través del circo, del teatro de sombras, del uso de marionetas y de música en vivo.

La entrada para público general es de tres mil pesos y las reservas pueden realizarse a los teléfonos 26391523 y 26392101. La sala La Comedia está ubicada en Merced 349 en el Barrio Lastarria.

La compañía Los Fabulísticos está conformada por un grupo de actores y músicos de la Academia de Actuación Fernando González Mardones, la Universidad Mayor y la Universidad de Chile. El trabajo de la compañía consiste en la creación de obras multidisciplinarias en las que confluyan diversas técnicas con temáticas como la cultura local, las raíces y las tradiciones.

Próxima semana vuelve «De papel» a sala La Comedia

En tanto, el sábado 25 de junio vuelve a la cartelera para jóvenes espectadores del Teatro Ictus la obra «De papel», de la compañía Silencio Blanco. El montaje, que se presentará en una única función, está programado para las 16.00 horas en sala La Comedia y el valor de la entrada general es de tres mil pesos.

“De Papel” es una invitación a jugar y a redescubrir la simpleza y la ingenuidad en situaciones cotidianas. Una marioneta de papel se relaciona con sus manipuladores y con el público, conviviendo y dialogando con su inocencia más profunda, la de su niñez.

El público es quien da inicio a la obra por medio del juego, a través de una guerra de papel. Aquí aparece un cuerpo inanimado que adquiere vida y energía para luego transformarse en el protagonista que cautiva con su gracia, siempre en silencio. El espectador convive en el sensible plano de la sencillez, construyendo una ilusión “de papel” de principio a fin.