El origami, el arte ancestral japonés del plegado de papel, ha cautivado a personas de todas las edades y culturas durante siglos. Conocido por su simplicidad y elegancia, el origami no solo es una forma de arte, sino también una herramienta educativa y un medio para explorar conceptos matemáticos y científicos.
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El origen del origami se remonta a la antigua China, donde se inventó el papel, y luego se perfeccionó y popularizó en Japón. La palabra «origami» proviene del verbo japonés «oru» (折る, plegar) y la palabra «kami» (紙, papel). Tradicionalmente, el origami se realizaba con una sola hoja de papel cuadrada sin cortar ni pegar, y las figuras resultantes variaban desde las más simples hasta las más complejas.
Uno de los modelos más conocidos y emblemáticos del origami es la grulla de papel, pues según una antigua leyenda japonesa, se cree que quien doble mil grullas de papel verá concedido un deseo, lo que ha convertido a esta figura en un símbolo de paz y esperanza. Esta tradición cobró relevancia internacional con la historia de Sadako Sasaki (佐々木 禎子), una niña sobreviviente del bombardeo atómico de Hiroshima, quien comenzó a doblar mil grullas con la esperanza de curarse de la leucemia causada por la radiación.
El origami no es solo una forma de expresión artística, sino también una herramienta educativa poderosa. En el ámbito de la educación, el origami se utiliza para enseñar conceptos matemáticos como la geometría, las fracciones y la simetría. La actividad de plegar papel ayuda a los estudiantes a desarrollar habilidades espaciales y a comprender de manera tangible las propiedades de las figuras geométricas.
Además, el origami ha encontrado aplicaciones en campos tan diversos como la ingeniería, la medicina y la robótica. Los principios del plegado de papel se han utilizado para diseñar estructuras compactas y desplegables, como airbags de automóviles, stents médicos y paneles solares en misiones espaciales. La capacidad del origami para transformar una superficie plana en formas tridimensionales complejas ha inspirado innovaciones en materiales y diseño estructural.
La comunidad de origamistas, tanto profesionales como aficionados, ha crecido considerablemente en todo el mundo. Eventos como la Convención de Origami de Japón y la Convención de Origami de Estados Unidos reúnen a entusiastas para compartir técnicas, mostrar sus creaciones y aprender de los maestros del plegado. Estas reuniones destacan la diversidad y la creatividad dentro de la comunidad de origami, desde modelos tradicionales hasta diseños modernos y abstractos.
El origami también ha influido en el arte contemporáneo, ya que artistas de todo el mundo han incorporado técnicas de plegado en sus obras, creando esculturas e instalaciones que exploran las posibilidades del papel como medio artístico. La simplicidad y la elegancia del origami ofrecen un contraste fascinante con las formas más complejas y elaboradas de expresión artística.
El origami es mucho más que un simple pasatiempo, es un arte que combina belleza y precisión, una herramienta educativa que facilita el aprendizaje de conceptos matemáticos y científicos, y una fuente de inspiración para innovaciones en diversos campos. El arte del plegado de papel sigue evolucionando, demostrando que, con imaginación y habilidad, una simple hoja de papel puede transformarse en algo extraordinario.
Foto: Archivo El Ciudadano México
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