Cuando somos niños soñamos con llegar a ser un artista famoso, de esos que salen en las pantallas de televisión o aquellos que lograron llenar de euforia a sus seguidores al momento de realizar un concierto. Pero para llegar a ello, en la mayoría de los casos, desde pequeños comienza un proceso de formación que va direccionado y consolidando nuestros proyectos o lo que llaman sus “nuestros sueños”.
Pero, ¿en qué momento el arte se convierte en un estilo de vida? Y es en ese momento en el que te deja de importar los estereotipos y comienzas un proceso de formación personal, cuando comprendes que hacer arte te hace feliz, cuando te deja de interesar las ganancias que puedas obtener por medio de tu oficio y lo haces por complacerte a ti mismo.
Así lo contemplan diversos artistas venezolanos, quienes no son personajes muy reconocidos, pero sin embargo llevan un mensaje valioso a todas aquellas personas que quieran implementar otra forma de vida.
“Yo puedo pintar como todo el mundo puede hacerlo, solo que me gustaría poder pintar un poquito mejor para poder mostrar el mundo como lo veo, un mundo bonito con una diversidad maravillosa, con sus distintos matices”, manifestó Andrés Barrios, un artista venezolano que ha internalizado la pintura como parte de su vida.
A su vez, Barrios explica que a través de la pintura, las personas pueden dar a conocer parte de la personalidad de la personalidad del pintor, quien plasma en el lienzo su forma de percibir el mundo que lo rodea.
“Es poder expresar lo que no se puede con las palabras, por lo general esas cosas que no podemos expresar con las palabras y que vienen desde nuestro ser, desde nuestra alma”, expresó el artista.
De igual forma, el también integrante del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, manifestó que la experiencia de poder pertenecer a una de las instituciones musicales más importantes del país le ha permitido ampliar su conocimiento y descubrir que el arte también puede ser divertido.
“Aprender a leer música es tan complejo como aprender un idioma y matemáticas a la vez, además de mezclarlo con la arte y la expresión de los sentimientos. Esto nos enseña a que todo se puede a que todo es posible y al mismo tiempo divertirnos en el camino”, indicó Barrios.
En la actualidad, el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela es uno de los programas más relevantes en el país suramericano, con un total de 1 millón de integrantes.