Detractores crearon un portal para recoger firmas y solicitar que el largometraje fuese etiquetado como “no apto para menores”
Una intensa polémica desató entre los panameños la película “Todos cambiamos”, del experimentado director Arturo Montenegro, conocido por comedias como “Donaire y esplendor” (2017) y “Congelados en Rusia” (2018).
En esta oportunidad el cineasta se colocó en el ojo del huracán al adentrarse en un tema que aún genera rechazo y desata acaloradas discusiones: la transexualidad y la familia.
Antes de su estreno, la película se ganó miles de detractores que llevaban meses catalogándola de ser un “ariete del transgenerismo en Panamá”, reseñó el diario La prensa.
La ola de repudio se visualizó en la página web CitizenGo, que convocó a la recolección de unas 3 mil 700 firmas de personas que solicitaron al presidente de la República, Laurentino Cortizo, “califiqué la polémica película como no recomendada para menores”.
Los organizadores del citado movimiento argumentaron que se utiliza “a menores para promover la película”, además de idealizar algo que “nunca sucederá” en la vida real, al asegurar que el cambio de sexo no es posible y que se trata de “trastornos mentales según la Asociación Americana de Psiquiatría”.
“Pedimos al Gobierno que vele por la integridad de los menores sometidos a un tsunami de propaganda transgénero nada acorde a su edad”, indicaba el pedido.
La visión de su director
Según relató Arturo Montenegro, esta historia nace “de la necesidad de visibilizar un tema como la transexualidad y su relación con la familia ante una mirada dura de una sociedad que prejuzga”.
En esa línea, el cineasta aseguró no sentir algún tipo de temor a adentrarse en este tema, que para algunos es tabú y que en Panamá son muchas las voces que se levantan en contra. Para el realizador esta película es la oportunidad de “no tener miedo a hablar amplia y libremente”.
“En esta película todos caben. Habla de lo que nos une, no de lo que nos separa. El hecho que esté inspirada en las nuevas familias no riñe con el concepto de ‘familia tradicional’».
«Tiene que existir en esta sociedad espacio para que todos puedan ser valorados y respetados”, expresó el director, despejando las dudas sobre si este filme, que incluye en su reparto a actores como Gaby Gnazzo y Leonte Bordanea, trate de imponer creencias o doctrinas, más allá de promover el diálogo.
Investigación profunda
Aunque la historia no esté basada en nadie en particular, sí hubo un proceso de investigación sobre el tema de la transexualidad para brindarle al público información verídica.
“El proceso de investigación sobre la transexualidad fue muy profundo y dedicamos mucho tiempo a la escritura del guion para tener una historia altamente impactante y humana”, explicó Montenegro.
De esos días de estudio no solo nació el soporte argumental de la película, sino distintos aprendizajes para este director conocido también por su película de 2016 “El cheque”.
“Aprendí que el amor es la mejor herramienta que tiene una familia para sobrevivir. Aprendí que con la búsqueda del conocimiento se pierden los prejuicios y la discriminación”, afirmó.
Verla antes de opinar
Actores como Gaby Gnazzo hicieron un llamado a la audiencia para que antes de juzgar la película, primero acudan a la salas de cine a verla: “Vayan a verla y luego que tengan absolutamente toda la información, hagan sus comentarios. Muchos creen que ya saben qué es lo que van a ver pero yo les puedo decir que ni se lo imaginan”.
Por su parte, Montenegro espera que la película deje como resultado “una sociedad abierta a cambios positivos para todos, en especial para las minorías que están en riesgo permanente”.