El frío cunde en la espera. Los dos café entibiaron un poco el organismo pero no fueron suficientes. Pero el calor provino de otras fuentes. Así como lo entiende la pareja que delante mío se besa mientras Ángelo Pierattini no se saca su gorro y da inicio a su presentación, que no sólo inaugura un espacio, sino que plantea en un sólo gesto muchas de las reflexiones que cruzan al «medio» musical. Por eso me gusta tanto la idea de que Pierattini toque en este espacio, lo haga gratis, lo haga apelando a los que verdaderamente quieren estar ahí, y no a esa fauna seudo musical que va a tocatas, lo haga en un formato más que íntimo, lo haga al fin de cuentas de espalda a un modelo que te impone formas y estructuras que no tienen nada que ver con el trabajo musical, y que lo envuelve todo en pura basura.
Por eso resulta valioso, que el músico se plante así, casi desnudo -no lo hizo creo por el frío- o como en aquellas tocatas que abordó en plazas, o lo haga también desde sus propia autogestión, donde todo lo que ocurre, donde todos los que están ahí lo hacen por la misma idea, donde ponen su aporte para este trabajo, este tema o aquella obra en general se escuche, se haga eco en los demás, y cumpla con llegar a los otros, en un lugar donde los medios no te pescan, donde los discos son un producto que se produce pero nadie difunde -sin querer entrar en la discusión de fondo del tema de los discos hoy-, y en donde lo que menos importa, en algunos casos, es el creador.
Por eso, esa noche, Pierattini no sólo se dio el gusto de tocar sus temas de sus discos solistas, donde se apoyan en sus calaveras errantes, y donde está construyendo una forma y una temática que se empieza a sentir como propia, y que logra en temas hacer que la música y la letra se hagan un todo; no sólo hizo su planteo de como ve las cosas en la música; no sólo incursiona en la posibilidad de un espacio nuevo (Centro Cultural F. E. A.); no sólo toca gratis para sus seguidores; sino que le da una vuelta más a todo este proceso musical que tanto nos gusta descubrir, que tanto nos nutre de belleza y sentido, que nos hace mirar cada día en la memoria propia para hacer que nuestro paso siguiente sea el mejor.
Pierattini le da una vuelta, lo seguirá haciendo más adelante, y otros también le dan vueltas, también hacen de la música, no sólo una expresión de emociones, sino que algo con sentido y razón. Por todo eso después el camino de la noche, acompañado de la amistad, se hace más caluroso, sin frío y con ganas de más.
¿Dónde y cuándo fue?
15 de julio
Centro Cultural FEA
Portugal 517
21 horas
Gratis
Por Jordi Berenguer
Onda Corta
El Ciudadano