Presentan obra sobre la prisión política y tortura que resistieron las mujeres en dictadura

Este próximo 16 de noviembre a las 20:00 horas se presentará en el Parque Cultural de Valparaíso (Ex Cárcel) la obra 1983, un día 08 de marzo, montaje testimonial que aborda la violencia de Estado durante la dictadura cívico-militar.

Junto con dar comienzo a la programación de Museos de Medianoche en el Parque Cultural, la compañía porteña Urgente Delirio cierra con esta obra su triada teatral Trilogía del olvido, conformada además por los trabajos Cabildo, herida corto punzante con rotura de corazón y Retorno.

Esta trilogía trata sobre la prisión política y la tortura que resistieron las mujeres de la familia directamente relacionada con el elenco y la autora, Isolda Soledad Torres Manríquez, esto a través de los testimonios de vivencias durante la dictadura de Augusto Pinochet. «Un ciclo creativo dedicado a la reparación personal, familiar y -por qué no- de un país que no debe olvidar, si no que por el contrario debe recordar y exigir verdad y justicia para lograr recomponer nuestra historia país», sostiene el colectivo artístico.

Soledad Torres

El proyecto creativo fue financiado por el Fondart Nacional Línea de Memoria y Derechos Humanos, y cuenta con un elenco de actores, actrices y músicos porteños que han acompañado tanto la creación como la necesaria reflexión sobre violencia de Estado y la reparación, temáticas aún en tensión nacional.

Victoria Guzmán, Javiera Valdivia, Daniela Alcaide, Alexander Castillo y Gonzalo Díaz forman el elenco de 1983, un día 08 de marzo dirigido por Soledad Torres, producción que tuvo una exitosa temporada en el Ciclo de Teatro Historias de Dictadura en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y en la conmemoración del Mes de la Memoria en el Parque Cultural de Valparaíso.

Cabe destacar que su creación se desarrolló en el contexto de la toma del Parque, donde el colectivo de actores y actrices porteñas fueron participantes activos de esta movilización que buscó un espacio cultural participativo y de puertas abiertas, en donde sus diversas comunidades (artísticas, territoriales y de memoria) formen parte de un modelo de gestión comunitaria en construcción constante, entendiendo a este recinto porteño como un sitio de memoria y de profundo sentido comunitario.

Hoy dicho espacio ganado por la ciudadanía abre las puertas de su teatro para este colectivo de creación escénica que nos cuenta a través de un relato estéticamente bello y éticamente honesto su mirada con respecto a la violencia de Estado y la ausencia de reparación, verdad y justicia.