Primera se proyecta en SANFIC de este año, uno de los festivales de cine independiente más distinguidos de América Latina. Primera está dirigida y producida por Vee Bravo, un inmigrante, activista, educador y cineasta chileno criado en la ciudad de Nueva York. La película fue producida por Catherine Gund, cineasta y activista, y Kevin Lopez, cineasta y educador.
Filmada en el transcurso de un año, Primera cuenta la historia del levantamiento social que se convirtió en un movimiento a nivel nacional, comenzando con la protesta estudiantil por la empinada alza de tarifas del metro de Santiago y terminando con el plebiscito histórico que allanó el camino para la redacción de una nueva constitución. La película ofrece una mirada inmersiva al funcionamiento interno de un movimiento popular masivo a través de las experiencias de los chilenos cotidianos que se vieron afectados por la violenta represión policial del levantamiento social. Sin inmutarse, tomaron las calles para poner fin a la desigualdad sistémica en el sistema de salud, educación y pensiones; gran parte de la cual fue legitimada a través de la constitución promulgada por la dictadura militar de Augusto Pinochet y respaldada por los gobiernos que siguieron.
El 18 de octubre de 2019, la noticia del levantamiento estudiantil en respuesta al aumento de la tarifa del metro llegó a los titulares internacionales. Vee Bravo estaba trabajando en un documental sobre el racismo sistémico en la industria carcelaria de Nueva York cuando leyó la noticia. «Dejé todo lo que estaba haciendo», recuerda. «Conocía bien la historia de Chile de censurar voces y encubrir injusticias. Iba a hacer mi parte para asegurar que se compartiera la verdad con el mundo».
Vee se acercó a RodStarz, un amigo y colaborador, un artista y activista de hip hop, y también miembro de la comunidad exiliada de Chile. Consultaron con sus mentores en La Peña del Bronx y diseñaron un plan de producción para documentar las injusticias de derechos humanos que no se denunciaban, incluidas la tortura, la violencia sexual y el trauma ocular causado por la táctica policial de apuntar balas a los ojos de los manifestantes. Junto a un pequeño y ágil equipo de cineastas chilenos, llevaron a cabo más de dos docenas de entrevistas con sobrevivientes de la violencia militar y policial en Santiago, San Antonio y Valparaíso.
A su regreso a los EE. UU. En enero de 2020, Vee, RodStarz y Tarin, una activista chilena criada en el Bronx, llevaron a cabo una serie de proyecciones y conversaciones comunitarias en la ciudad de Nueva York, San Francisco y Boston. La respuesta del público estadounidense fue fascinante. La gente se inspiró, quería aprender más y apoyar el movimiento en Chile. Y aquí nació la idea de producir un largometraje independiente. El objetivo: contar la historia de Chile, compartirla con el mundo y utilizarla como herramienta para inspirar la acción colectiva en todo el mundo.
En este sentido, los cineastas continúan apoyando el movimiento y pidiendo la liberación de todos los presos políticos. Son optimistas de que la película puede ayudar a mejorar el diálogo e impulsar este movimiento histórico hacia adelante.
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