Hasta ahora, el arte rupestre descubierto por los científicos se había atribuido exclusivamente a los seres humanos modernos, los Homo Sapiens, que llegaron a Europa occidental hace unos 40.000 años.
Sin embargo, un hallazgo realizado por un equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Huelva y con participación del CSIC, desafía esta idea, pues constituye el primer caso demostrable de diseño abstracto atribuido a los neandertales.
Se trata en concreto de un grabado que representa un patrón abstracto y que ha sido encontrado en una roca de la cueva de Gorham (Gibraltar), un sitio arqueológico en el que ya habían aparecido herramientas de esta otra especie homínida.
La cueva es una de las grandes cavernas de una zona en la que se conservan numerosos sedimentos que reflejan los hábitos y costumbres del neandertal, desde hace al menos cien mil años hasta su extinción, hace unos treinta mil, explica en un comunicado sobre estos trabajos la Universidad de Huelva.
Características de la obra de arte rupestre
El grabado en cuestión, de unos 39.000 años de antigüedad, consiste en una serie de surcos que componen un conjunto de rayas paralelas y perpendiculares.
Según los científicos, estos surcos habrían sido esculpidos de forma deliberada en el suelo, pasando varias veces una punta de corte robusta sobre la roca, en una misma dirección, informa Sinc. Su finalidad podría ser la expresión simbólica o la transmisión de conocimiento.
A estas conclusiones se ha llegado gracias a la comparación de microfotografías de las marcas de herramientas en el grabado con otras marcas experimentales realizadas con diversas herramientas. Asimismo, un análisis geoquímico del revestimiento mineral en los surcos del tallado ha sugerido que este arte rupestre se creó antes de la deposición del sedimento suprayacente.
Neandertales con pensamiento simbólico
Al igual que otras habilidades cognitivas, hasta ahora se pensaba que la capacidad para el simbolismo, así como la capacidad de abstracción, eran exclusivas del Homo sapiens.
Sin embargo, “estos resultados se suman a la evidencias de otros yacimientos neandertales que demuestran que la capacidad intelectual de los neandertales ha sido subestimada”, apuntan los autores del estudio.
Una de estas evidencias fue encontrada en 2012, también en cuevas de Gibraltar, en el marco de una investigación internacional en la que participó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Los fósiles allí hallados revelaron que los neandertales usaban las alas de aves rapaces y córvidos como ornamento, esto es, como símbolo o expresión de su pensamiento cognitivo. Además, se constató que este uso era una práctica extendida.
Una segunda evidencia fue hallada en Cantabria también en 2012. En la cueva de El Castillo, situada en una región en la que se han encontrado los ejemplos más antiguos del arte rupestre paleolítico de Europa, apareció la imagen de arte rupestre más antigua datada hasta la fecha.
Había sido realizada hace más de 40.800 años. Su antigüedad hizo aventurar a los científicos que podría haber sido realizada por los primeros Homo sapiens que llegaron a Europa o, tal vez, por individuos de poblaciones neandertales.
¿Hablaban?
Aparte de estas características intelectuales insospechadas, recientemente se ha considerado la posibilidad de que los neandertales hablasen, otra de las peculiaridades que siempre se ha creído exclusiva del Homo sapiens; y que también precisa de capacidad de abstracción.
Los científicos señalaban que los neandertales simplemente carecían de la estructura cognitiva necesaria y de la configuración vocal precisa (por ejemplo, una óptima ubicación de la laringe) para la voz.
Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Nueva Inglaterra (EEUU) -en el que se usó la tecnología de imágenes de rayos X en 3D para analizar un hueso fundamental para el habla (el hioides) de un fósil de neandertal de 60.000 años de antigüedad- reveló que el especímen sí podía hablar.
Esto se dedujo de la semajanza entre dicho hueso y el correspondiente en humanos; así como de su diferencia con los hioides de otras especies cercanas, como los bonobos.