Esta primera experiencia fue organizada por el mencionado Glen Matlock, que en ese momento estudiaba en la legendaria escuela de arte de Londres, Central Saint Martins College of Art and Design, y que fue el lugar donde tocaron como teloneros de una banda de pub llamada Bazooka Joe. Los Sex Pistols interpretaron cinco canciones, entre ellas las propias “Did you no wrong” y “Seventeen”, junto a las versiones “Substitute” de The Who y “Whatcha gonna do about it” de Small Faces. Sobre la quinta en cuestión hay algunos que mencionan el tema de Dave Berry “Don’t give me no lip child” y otros la composición que fue hecha popular por los Monkees «(I’m not your) steppin’ stone».
Para algunos de los que asistieron, musicalmente no fue nada excepcional, aparte de que tocaban sumamente fuerte. Cook recordó en entrevistas muchos años después que “nos preparamos y tocamos cerca de veinte minutos. Fue un caos total. Ninguno de nosotros sabía lo que estábamos haciendo».
Esas fueron algunas de las primeras ideas que quedaron reseñadas en la historia de esta banda que hasta el día de hoy es designada como una de las agrupaciones que en la década de los setenta, en Inglaterra, generaron un corte con el desarrollo musical británico de esos años; que tuvieron una figuración marcada por la creación y al mismo tiempo el hostigamiento; que tenían un claro discurso antimonárquico y contrario a las convenciones del imperio; y como los que fueron capaces -juntos a otras formaciones- de iluminar (si se puede usar esa palabra) el pesar y la existencia de algunos jóvenes de esa generación.
Pero no sólo el volumen marcó el debut de los Sex Pistols, sino también lo corto del mismo. Alguien -según Cook y Matlock, un miembro de Bazooka Joe- desenchufó los amplificadores durante la actuación del grupo, impidiendo que pudiesen terminar e interpretar las pocas canciones propias que habían escrito hasta la fecha. A continuación, desde el escenario, Rotten se puso a insultar a los integrantes de Bazooka Joe, lo que provocó que el guitarrista de la banda, Danny Kleinman, subiese al escenario y se enfrentase a golpes con el vocalista de los teloneros.
La versión de Kleinman apunta al maltrato de los Sex Pistols de los equipos que les habían prestado para tocar. Según el guitarrista de los Bazooka Joe, Johnny Rotten comenzó a patear la caja del altavoz que aún no habían terminado de pagar. Una mezcla de ambas cosas se sucedió en esos pocos instantes, ya que el baterista de los Pistols, Steve Jones señaló en una entrevista reciente que «estaba tan nervioso que tomé un Mandrax -relajante muscular-. Cuando empezamos a tocar, el Mandrax me estaba haciendo efecto y subí el amplificador. Era un amplificador de cien vatios en una pequeña habitación sin escenario, y fue genial».
Pero esos veinte minutos en que se desplegaron musicalmente no sólo generaron golpes e insultos, sino que permitieron que otro miembro de Bazooka Joe, Stuart Leslie Goddard, quedara tan gratamente sorprendido por la actuación de los Pistols que pronto abandonó su formación para crear una nueva banda, siendo el origen de su nuevo nombre artístico Adam Ant y de la agrupación Adam and The Ants.
La siguiente fecha en sus presentaciones fue al día siguiente, en el Central School of Art del London Borough de Westminter. En esa presentación lograron completar la lista con los temas que tenían preparados (siete versiones y cuatro temas propios) y alargar una historia que se enlaza a contar de ese minuto veintiuno y que se sigue revisando y revisitando hasta el día de hoy.
*Texto corregido y desmejorado del publicado para el cuarenta aniversario del hito musical. Publicado bajo el seudónimo de Vicente Clua.