Hay dos elementos particularmente molestos en Súper (2009), presentes en la comedia cinematográfica chilena y latinoamericana: primero, la incapacidad de dar atención a un grupo acotado de personajes y por ende, a una sola línea dramática, y segundo, la estereotipación de la clase media trabajadora, proscrita del drama y caricaturizada en el género humorístico (recordar Sexo con Amor, Quercia, 2003). Articulando estas incomodidades, Súper se sitúa en una región del cine latinoamericano que tiende más a la chanchada y al sketch televisivo.
Tanto el trabajo de actores como el tratamiento sonoro, visual, de montaje, la estructura del film y su narrativa son peligrosamente planos. Seguro, entendemos al supermercado como un no-lugar en el que es factible perder el límite entre la arquitectura y el individuo. Encuadres débiles y alta profundidad de campo de cámara y sonido sirven magistralmente a este propósito; mas aguantar hora y media de la misma plástica lo hace a uno desviar la mirada de la proyección por cansancio. Y tampoco hay progresión de ninguna clase: si bien en la comedia los personajes han de mantener un grado de reconocimiento fácil, se espera al menos un cambio sólido del status quo hacia el final. No un videoclip armado con descartes en cámara lenta.
Se entiende que no hubiera una crítica menos velada al establecimiento, a fin de cuentas la película está filmada en locación (y vaya uno a querer incomodar al dueño de esa locación). Pero hay aquí un problema mayor; establecer el lugar de la mirada. Tratando de abarcar tantas historias como se pretende, Súper nunca logra afiatar con claridad idea alguna, haciendo que su sobresaliente trabajo de producción, resulte un despropósito para con el film.
Dirección: Fernanda Aljaro y Felipe del Río
Guión: Felipe Villanueva
Reparto: Julio Yung, Solange Lackington, Benjamín Vicuña, Jorge Zabaleta.
Duración: 100 minutos
Por Nicolás Oyarzún
Filmonauta N°2, noviembre 2009
El Ciudadano N°74