A pesar de la lejanía del sector, un gran número de visitantes de diversos lugares del país y del extranjero, llegaron para ser parte del X Encuentro de Cultores del Acordeón, que cada año atrae a más público. En esta ocasión, por segundo año consecutivo, Lincoyán Parada (Premio Altazor 2007, con su trabajo El Mapuche con Buenos Ojos), realizó un exhaustivo e interesante registro del evento, que será publicado y difundido posteriormente en el sitio web.
Más de 700 personas de todo el país y del extranjero, llegaron hasta Tenaún, poblado de la localidad de Dalcahue, para disfrutar del X Encuentro de Cultores del Acordeón, en el cual más de una treintena de cultores del acordeón, de todas las edades, se subieron al escenario para hacer vibrar al público asistente. Fue una ocasión perfecta para una jornada donde el rescate de lo más profundo de las tradiciones chilotas fue motivo de encuentro.
Una década de celebraciones y reencuentros ha generado este tradicional evento, que a través de los años ha unido a familias, amigos, acordeón y música dentro y fuera del archipiélago de Chiloé. Este evento es financiado por el Fondo Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, fondo de la Música, Línea Actividades Presenciales, Modalidad Festivales de Excelencia.
Por segundo año consecutivo, Lincoyán Parada (Premio Altazor 2007, con su trabajo El Mapuche con Buenos Ojos), realizó un exhaustivo e interesante registro del Encuentro, que será publicado y difundido dentro de la web.
Además, durante la jornada se le entregó a los participantes, un compilado musical con los últimos seis encuentros, material que se realizó gracias al aporte entregado por el antes mencionado Fondo Nacional de la Cultura y las Artes.
Esta compilación musical y el registro fotográfico de Lincoyán Parada, surgen como una forma de permitir la permanencia y difusión respectivamente, de una de las manifestaciones artísticas más exquisita, divulgada y conservada en la localidad de Tenaún.
La materialización de este trabajo ha sido posible gracias al esfuerzo de ONG Codet, que organiza año a año este espacio de encuentro, donde diversos cultores se reúnen a deleitarnos con sonidos que nacen de la tradición oral y que se han conservado con el paso de los años en la historia del archipiélago.
Este es un homenaje a todos aquellos cultores que nos han acompañado, un homenaje a nuestra historia, a nuestra gente y a todos quienes de una u otra forma participan en la conservación y difusión de nuestro patrimonio insular.
El Ciudadano
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