Teresa Wilms Montt: el destino errante de una mujer no apta para señoritas

Teresa fue una mujer de letras que constantemente luchó por su libertad, convirtiéndose en un ejemplo de la represión que vivieron miles de mujeres a través de la historia de nuestro país.

Teresa Wilms Montt: el destino errante de una mujer no apta para señoritas

Autor: Ana Mourás

María Teresa de las Mercedes Wilms Montt, nació el 8 de septiembre de 1893 en Viña del Mar, Chile. Fue parte de una familia de la elite mercantil y política del país de los primeros años del siglo XX.

De acuerdo al contexto social propio de la época a la cual perteneció, la joven tuvo una educación estricta con el fin de ser instruida en todas las materias para la búsqueda de un conveniente marido. Teresa desde pequeña expresó una posición contraria a los valores y enseñanzas de su clase, es decir, se inclinaba por un espíritu libre y por sobre todo creativo, el cual la llevaría a las letras.

A los 16 años contrajo matrimonio con el joven Gustavo Balmaceda Valdés de ocho años mayor que ella. Teresa se refugió en los libros, resignándose en silencio a las humillaciones constantes de su esposo, quien nunca mostró simpatía por las aspiraciones literarias de la joven.

Al tiempo entabló una amistad con Vicente Balmaceda Zañartu, primo de su esposo, cuestión que provocó que el tribunal familiar de la época dictaminara el encierro de Teresa en un convento. De esta forma fue alejada de lo más preciado que tenía en su vida: sus dos pequeñas hijas.

Luego de intentar suicidarse, su amigo de la infancia, el poeta Vicente Huidobro fue a sacarla de la celda en la que pasaba recluida días enteros bordando y escribiendo en su diario.

La libertad llegó en Buenos Aires, España y París. Sin embargo, los años de intensa actividad intelectual y grandes elogios a su trabajo literario no calmaron el dolor de no poder acercarse a sus hijas. Con una fuerte depresión, en diciembre de 1921 y con sólo 28 años, la poeta se suicidó con sedantes y falleció en una solitaria habitación del hospital Laënnec de París.

Finalmente, a casi cien años de su partida, Teresa fue una mujer de letras que constantemente luchó por su libertad, convirtiéndose así, en un ejemplo de la represión que vivieron miles de mujeres a través de la historia de nuestro país.

Por Francisca Arriagada.

El Ciudadano


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