El pasado 15 de noviembre la Universidad Nacional de Costa Rica homenajeo al artista chileno Julio Escámez, otorgándole un doctorado Honoris Causa.
Julio Escámez es autor entre otras obras del mural gigante del municipio de Chillán, destruido a cincel por la dictadura luego que reapareciera por debajo de la capa de pintura con que se lo intentó borrar inicialmente, y del mural «Historia de la Medicina y la Farmacia» en la Farmacia Maluje de Concepción, declarado recientemente Patrimonio Nacional.
Julio Escámez es uno de los gigantes de la pintura chilena y exponente muy destacado de esa generación extraordinaria de artistas e intelectuales. Es legendario, por ejemplo, el episodio en que una enamorada Violeta Parra, que aparece en el mural de la Farmacia Maluje junto a Lipschutz y otros de esa notable generación, le rompió una guitarra en la cabeza en la plaza de Concepción.
Su compromiso con los cambios revolucionarios que transformaron por completo nuestra sociedad durante el siglo pasado.
Por este motivo tuvo que partir al exilio a Costa Rica, desde donde no regresó jamás.
Las distinciones que recibido en Chile son algo escuetas, como suele suceder en este país: Premio Municipal de Arte del Municipio de Concepción (1956) e Hijo Ilustre de Antihuala, su pueblo natal, en Arauco.
Julio Escámez aún no ha sido reconocido en Chile. Cumplió noventa años precisamente el pasado 15 de noviembre y su estado de salud es delicado.
Manuel Riesco
Economista CENDA
FOTO: Mural Historia de la Medicina y la Farmacia, pintado por Julio Escámez en la Farmacia Maluje de Concepción