Vía Recta, una excelente y perfecta obra sobre el verdadero absurdo de vivir en Chile

Por Arturo LedeZma «Una idea es verdad cuando aún no se ha impuesto

Vía Recta, una excelente y perfecta obra sobre el verdadero absurdo de vivir en Chile

Autor: Ángela Barraza

Dossier Via Recta 3-15

Por Arturo LedeZma

«Una idea es verdad cuando aún no se ha impuesto.»

Ionesco

«Los periodistas siempre inventan cosas que nunca son mentiras».

 Murci Rojas

Para partir voy a contar algo personal. El último tiempo me ha tocado la mala suerte de ir a ver obras que confunden el absurdo con la imbecilidad. He visto teatros con 200 personas aplaudiendo a elencos malísimos que no hacen más que repetir morisquetas, hablar gangoso, hacer malabares con cosas que se caen al piso y poner estructuras enormes en escena para justificar (Freud diría que es la inferioridad del pico, no creo que sea el caso) seguramente la carencia discursiva que hay detrás de ese tipo de propuestas. Anoche me fui a ver Via Recta, de la compañía Teatro Ludens, en el Espacio CEAT, y de lo único que me lamenté al salir fue de no haberla visto antes para escribir esto y pensar que quizá alguien se anime a verla. Está presentándose con precios muy económicos y en un espacio fantástico como el Centro Experimental Arte Tessier (CEAT).

Me carga explicar las obras, así que me voy a tomar la libertad de copiarles un texto del mismo dramaturgo, Tomás Díaz, para que entiendan de lo que hablo:

Más que una obra panfletaria o de denuncia social, Via Recta es un espectáculo que a través del absurdo y la comedia, pretende develar como las distintas problemáticas del actual sistema neoliberal se encuentran profundamente incorporadas en la individualidad de los chilenos.   Ser crítico con las grandes estructuras que se imponen en una sociedad es fácil, sobre todo cuando las concebimos  como maquinarias que existen fuera de nosotros mismos. Otra cosa, y muy difícil de aceptar, es que dichos modelos o estructuras de organización socioeconómica, han dejado de ser agentes externos a nuestra subjetividad,  y que actualmente se encontrarían radicalmente  incorporadas en nuestra manera de pensar y de actuar. La obra trata de dar cuenta como las relaciones humanas que existen hoy en día, tienen las mismas características que un sistema de libre mercado. Parte del trabajo está vinculado al teatro del absurdo dando cuenta, así, de las contradicciones que existen entre el propio individuo y su discurso. Samuel Beckett diría lo siguiente: “Que claro y sencillo se vuelve todo, cuando se abren los ojos hacia el interior, a condición desde luego, de previamente haberlos asomado hacia afuera, para gozar mejor del contraste”. En la tercera escena, por ejemplo, tres jóvenes universitarios discuten sobre el problema  de la representatividad social y la posibilidad de encontrar nuevas maneras de llevar a cabo la lucha del conflicto estudiantil sin tener que parar las clases. En esta escena se ve claramente como muchos de los jóvenes que luchan contra un sistema, ponen en práctica mecanismos  organizativos propios del mismo sistema que ellos quieren derribar. En otras palabras, nos interesa cuestionar  el papel del individuo en la historia de nuestra sociedad y reivindicar la libertad de pensamiento de estos mismos.

Dossier Via Recta 3-1La propuesta en sí misma es fantástica. El discurso de base podríamos decirlo rápidamente que es una crítica al sistema (nada nuevo, pensará el lector), pero ocurre que no es la típica crítica al sistema desde la obviedad, sino que se estructura desde algo que podríamos definir como «experiencia común». Es decir, habla de cosas que uno debería ya saber de antemano y repetirlo debería ser una tontera, el problema es que hay veces en que parece que la gente es realmente tonta y quizá por eso los dramaturgos repiten todo como si fuéramos espectadores de los teletubbies, pero eso es una imbecilidad. No somos tan giles. Entonces pienso que el problema es la falta de discurso, creo yo, en las propuestas artísticas en general.

En la obra hay elementos que inmediatamente nos enlazan con las cosas más conocidas de un sistema terrible como el que vivimos. Está el problema educacional, está el problema familiar, están los conflictos de la juventud, la vieja sapa, la vieja loca, el viejo culiao, ya, hay de todo eso, pero lo interesante -y acá es donde a mí me mató la obra- es que todos esos elementos se sacan de la mirada televisiva, frontal, y se cuentan desde adentro, desde un pensamiento en 3D que entiende que la vida de la gente no pasa como en las teleseries sino que tiene un poquito más de complejidad, o me equivoco?

Lo que primero me llamó la atención del texto fue la dirección y el diseño. Una propuesta nueva, inmediatamente me di cuenta que no estaba frente a una obra que recurría a la precariedad por una cuestión de instinto hipster, sino que se notaba que había algo detrás y lo hubo. Lo segundo que me llamó la atención fue la coordinación de todos los elementos de escenografía y de iluminación, de música. Todo funcionaba de una manera tan limpia que me pareció hasta raro. El ambiente, eso es algo que también me hizo mucho sentido. A mí al menos me hicieron recordar o evocar distintas cosas mientras sucedía la obra. No sé por qué pero pensé en Roger Waters (por una cosa de postguerra o postdictadura, algo muy sutil) y también me acordé de la Camila Vallejo antes de que tuviera la guagua y esas cosas; en algún momento me vi a mí mismo frente a mi mamá justificando cuanta cagá me mandé en mi juventud y de pronto aparecían elementos de la vida de mierda que tienen mis amigos que hacen clases en escuelas municipales subvencionadas. Había un sinnúmero de guiños, de pequeños símbolos, de sutilezas y de clichés perfectamente utilizados para darle sentido a una composición que precisamente quería y logró hacernos ver como es que realmente funciona el mundo. Pésimo. Sin embargo la vida dice que hay que seguir adelante igual, mala cueva.

Voy a decir algo que no me van a creer, pero es cierto: Es primera vez que veo un elenco en el que todos, y cuando digo todos es todos, actuaron bien. Son tremendos actores y son jóvenes. Con cada uno de ellos uno piensa «puta ojalá que no terminen haciendo teleseries weonas solamente» porque son de ese tipo de actores que les sale tan natural, tan limpiecito el personaje que uno sabe (no porque me crea oráculo, pero uno cacha) que tienen tremendo futuro. En el teatro hay dos tipos de actores: Los buenos y los pésimos. De los últimos no hay nada qué decir, pero de los buenos uno puede señalar que a veces se sientan en sí mismos una vez que llegan a un cierto lugar. Cuando un actor bueno es bueno y si ha salido en la tele a veces como que se ponen en escena con cara de «Si, soy yo, y te voy a hacer el favor de estar cerca mío y que puedas verme», pero la gracia de verlos ahora, pendejos, es que uno puede ver algo que (espero no pierdan) luego se pierde y que es la entrega. Las ganas, el empuje que le ponen todos en la compañía es increíble y ojalá sigan juntos un buen tiempo porque es primera vez que veo una compañía tan cohesionada y tan bien organizada. Son como el mediocampo del Barcelona, juegan todos bien. Además le sacan el jugo a la sala del CEAT que es chiquita, pero la vuelven enorme, atractiva, vibrante.

Disección uno por uno: 

Marisol López es simplemente maravillosa. Tiene ese encanto permanente y rudo que uno tiende a querer seguir viendo por más rato, porque se sostiene siempre en escena de una forma muy envolvente y muy power. No tiene nada que envidiarle a cualquier actriz vieja, porque hace su pega de manera impecable y ella lo sabe, cosa que es muy bueno porque logra dar cuenta de que la actuación no es un ejercicio únicamente emocional, sino que le otorga categoría y rigor con el hecho de dar vida y vigencia a un guión que sin una buena actuación podría parecer difícil en una actriz de peor formación.

Mario Monge es un actor bakán. Da vida a personajes tan disimiles que uno entiende que sabe hacer su pega y la hace bien. Hasta canta. Rápido, ágil, inmensamente partner en escena. Un siete todo el rato.

Zarina Núñez es adorable! Tiene tanta energía y talento que uno cae dentro del personaje de manera inmediata. Lúcida en roles que en esta obra son pilares. Ella sostiene el entramado de una composición y lo sostiene bien.

Florencia Pastor sencillamente me encantó. Sobre todo en el último rol la encontré tan elocuente que se nota de lejos que hizo muy bien la preparación de un personaje o quizá trabajó como profe de básica porque sacó a relucir un icono de nuestra cultura invisible que nadie pesca: la profe weona. Impecable!

Paulo Stingo es un golpazo de energía que, en una obra como esta, es lo que le da el tono más agudo, más punzante, porque le otorga ritmo al caos. Es detonante en una maquetación que sin él se hubiera ido a gris.

José G. Zambelli es de esos actores que uno reconoce inmediatamente como el actor que va a hacer siempre de malo, de pesao o de viejo culiao porque para ser malo no basta con decir chuchetumare sino que hay que saber que la maldad es un sentimiento puro y no una mofa. Hace tiempo que no veía un flayte bien representado. No un choro, un flayte (que no es lo mismo). Y en el personaje del padre es brillante. Una mezcla del teniente Dan con el loco de la armería de Pulp Fiction más una pizca de Homero Simpson (raro hasta más no poder, pero genial).

La dirección de Sebastián Zeballos ya lo adelanté más arriba pero me parece un acierto. Una gran, pero gran propuesta que sale completamente de lo que uno está acostumbrado a ver. Jamás vuelve a reproducir lo que le gusta reproducir a los directores y toma de la mano una obra muy buena para volverla excelente. Personalmente le deseo lo mejor del mundo, hacen mucha falta buenos directores y no me cabe duda que él va a ser uno de los mejores.

El diseño, la iluminación y el trabajo escenográfico de José Carrera son en todo momento un acierto. Se nota que hay una construcción muy inteligente y bien pensada detrás de cada uno de los elementos y eso se agradece a rabiar.

Mención aparte para el dramaturgo. 

Mientras veía la obra pensé: ¿Quién chucha escribió esto? A la salida me topé con Tomás Díaz Honores y le di la mano y le dije Gracias. De verdad que me parece que es raro encontrarse con guiones que estén bien escritos y que no caigan en la consigna fácil, en la metáfora ordinaria o en la explicación pelotuda. Yo soy del tipo de espectador que va a una obra a experimentar o a vivir algo que no puedo vivir en mi casa y exijo que un guión tenga esa cuota de inteligencia que no me haga pensar que hasta mi tía piensa cosas más elaboradas que las que salen de la boca de los actores.

Mientras hayan más guionistas de este tipo podemos esperar que también hayan mejores actores. Y si hay ambas cosas podemos esperar que hayan mejores obras y una mejor escena teatral y actoral. Aplaudo el estilo escritural de Tomás y le agradezco el trabajo que se dio, y también le agradezco que haya sabido mirar desde otro punto la realidad porque para porquerías tenemos las noticias y para prejuicios tenemos las noticias nuevamente, entonces cuando un escritor pone su objetivo focal fuera del cuadro predeterminado por la estructura oficial uno dice: Al fin!

Para cerrar quiero decir otra cosa muy personal. Ayer aplaudí de pie esta obra y me dio risa ser el único weon que se puso de pie. Si hubiera estado el Tito Noguera adelante la gente se habría parado arriba de la otra gente con tal de verse más alta, pero no pasó eso con esta obra que (me va a disculpar don Tito Noguera) es harto mejor que lo que por lo general el público aplaude con gritadera. Aunque quizá, si lo pensamos, sea mejor que así ocurra… no sé. La cosa es que yo me puse de pie y la vería de nuevo y de seguro me vuelvo a poner de pie.

Vayan a verla, solo quedan dos funciones (hoy sábado 3 y Domingo 4) en Espacio CEAT, que está en Dardignac 172, Santiago. Teléfono:(2) 2419 0993

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FICHA:

VIA RECTA

Compañía Teatro Ludens

Obra ganadora de la VIII versión del Festival de Teatro La Araucana

Premio a la mejor Dramaturgia, mejor Elenco y mejor Actriz, en el XV Festival de Dramaturgia y Puesta en Escena Víctor Jara.

Visitenhttps://www.facebook.com/teatroludens

DESDE EL 17 DE ABRIL AL 4 DE MAYO 2014. Jueves, Viernes y Sabado 21:30 hrs. Domingos 20:00 hrs. Precio: $4000 General, $2000 Estudiantes y Tercera edad. PROMOCIÓN JUEVES POPULARES 2X1 Reservas: 8 1967090

DRAMATURGIA Tomás Díaz DIRECCIÓN Sebastián Zeballos DISEÑO INTEGRAL José Carrera ELENCO José Zambelli – Mario Monge – Marisol López – Zarina Núñez – Florencia Pastor – Paulo Stingo


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