Vicente Rojo: de ilustrador exiliado a hito de la gráfica mexicana

Un joven de nombre Vicente escapa junto con su familia de la España franquista, llega a México en 1949, en pleno apogeo de la época del Cine de Oro y el mismo año en que el muralista José Clemente Orozco fallece.

Vicente Rojo, nacido en Barcelona, España en 1932, llega a la capital mexicana, con un interés latente por el cine y la ilustración, y con tan sólo 17 años. A su corta edad muestra una gran habilidad para el dibujo y su ojo estético está muy desarrollado.

En 1950 consigue un trabajo en la Oficina de Ediciones del INBA como asistente del pintor y tipógrafo Miguel Prieto, un compatriota que se convirtió en su primer maestro y su primer referencia del ámbito formal del arte. Fue Prieto quien lo introdujo a la tipografía, a la visualidad de la gráfica mexicana, a los sí y los no del mundo editorial.

Una vez que encontró el camino del arte no se separó de él, por el contrario, se sumergió en tantos proyectos culturales, intelectuales y artísticos como le fue posible. Creó un sinfín de imágenes que hoy forman parte del imaginario colectivo mexicano e inspiró (e inspira) a toda clase de artistas: es un maestro en tantos sentidos que sería difícil enumerar todos sus logros en tan sólo unos cuantos párrafos.

Rojo y la escena artística

A partir de su encuentro con figuras como Prieto, Benítez y Gamboa su estética comienza a adquirir profesionalidad, su trabajo comenzó a resonar en todos los ámbitos artísticos. Durante toda su vida exploró y fluyó en diferentes disciplinas: desde lo editorial, la ilustración, el collage, hasta la pintura, la cerámica y la escultura. Su obra vive en la posteridad.

Su pintura se agrupa en cinco series principales: Señales, en la cual trabaja con formas geométricas básicas; Negaciones, surgida de su intención de que cada cuadro negara al anterior y al que le seguiría; Recuerdos, nacida de su intento de abandonar una infancia difícil; México bajo la lluvia, concebida un día que vio llover en Tonantzintla, y Escenarios, compuesta de miniseries y que es un repaso de sus temas anteriores y una suma de los mismos. A partir de 1980 comenzó a alternar la pintura con la escultura, en un intento por enriquecer su trabajo, en cuyo centro alienta la intención de reflejar, “como en un juego de espejos, dos soledades, la del creador y la del posible espectador.

Museo Amparo

Vicente Rojo realizó más de cien exposiciones individuales, entre México, España, Estados Unidos, Cuba, Colombia, Panamá, Alemania, entre otros países. En la ciudad de México presentó exposiciones retrospectivas en el Museo Universitario de Ciencias y Arte (1973), Museo de Arte Carrillo Gil (1990), en el Museo de Arte Moderno (1981 y 1996); y en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, Escrito / Pintado  (2015).

EL UNIVERSAL

Rojo y el diseño

La generación de Rojo, con imprentas como la León, la Madero, con editores como Joaquín Díez-Canedo, artistas como Fernando Gamboa, cartelistas como Germán Montalvo, tipógrafos, pintores, todos artistas multidisciplinarios, comenzaron a hacer ese algo (un noséquéquequéséyo) que ahora llamamos Diseño Gráfico.

Cuando yo empecé, la carrera de Diseño Gráfico no existía. Lo que hoy podríamos llamar diseñador gráfico, en ese entonces se conocía como tipógrafo, maquetista; no se conocía como diseño gráfico. -Vicente Rojo-

Luz del Carmen Vilchis. REVISTA UNAM

A diferencia de esos otros grandes artistas mexicanos, Rojo tenía yuxtapuesta el exilio de su país natal, el escape de una España oprimida por el poder franquista, un choque cultural con un país hermano pero ajeno, México; una afinidad innata con las artes visuales y una juventud desbordada en la punta de los dedos: la fórmula que dio inicios al artista, al diseñador que todos conocemos.

“Su trayectoria como diseñador es paralela a la de la imprenta moderna, en un país de tradición y gusto por lo visual, e implica un conocimiento profundo y cotidiano de las posibilidades técnicas”.

Ediciones ERA

Rojo y La Ruptura mexicana

Una vez que dio con el mundo editorial descubrió nuevos talentos propios y desarrollo un estilo comparable únicamente con el Bauhaus alemán: la ruptura mexicana.

Los críticos lo ubican en La Ruptura, el movimiento de jóvenes que despertaron las artes visuales mexicanas en pleno descenso del muralismo, cuando ya los frescos no tenían mucho qué decir, junto a Manuel Felguérez o José Luis Cuevas, pero él prefiere el término “Apertura” porque “fue una ampliación de la escuela mexicana”[…]

Grupo México Design

La idea de que el arte puede ser aplicado surge con adeptos a las bellas artes como Vicente: surge esta noción de que el arte puede vocalizarse en la gráfica mexicana, puede descomponer, descocer, rehacer, recomponer, inventar, moverse, gritar.

Para este español exiliado y amante de México, la vida cobró otro sentido al poder dotarla de arte:

[…] su trabajo produce, a la vez que enmarca, la visualidad moderna en México. Quizá la tensión más radical de su trabajo, además de la pasión ética que define su labor cultural e intelectual, ha sido la negociación entre el servidor social y utilitario del diseño editorial, y la defensa de la autonomía, opacidad y dificultad de la pintura.

MUAC

Junto con José Azorín y los hermanos Neus, Jordi, y Quico Espresate fundó la Editorial ERA, en la que se publicaron célebres portadas del imaginario mexicano: con los símbolos abstractos, gesto a los rotulistas, en Cien Años de Soledad de García Márquez, los símbolos herejes de La Feria de Arreola y la inolvidable Mariana de Batallas en el desierto de José Emilio Pacheco, sentada con sus piernas cruzadas y la mirada censurada.

La Editorial ERA continúa siendo una casa editorial de gran peso en México, con más de 300 títulos publicados y con autores como José Revueltas, Juan Gelman, Sergio Pitol, Poniatowska, Lezama Lima, Monsiváis, Malcom Lowry, Monterroso. 

Literatura Roja

Desde su llegada a México, Vicente se convirtió en toda una referencia para la gráfica mexicana, desarrollando obra escultórica, pictórica, editorial, artística, un verdadero maestro e hito del arte mexicano.

Sus obras han sido recopiladas en varios volúmenes propios y de terceros, aquí te dejó los más destacados y de los que puedes aprender mucho sobre él y todo el relajo que provocó, provoca y seguirá provocando entre críticos y novicios del arte:

80 Vicente Rojo (Ed. ERA, 2012), en el marco de la celebración de su 80º cumpleaños reúne las 147 obras, realizadas por amigos, fans, discípulos y artistas contemporáneos, dispuestas en la exposición ambulante VR 80 del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de México.

Vicente Rojo. Escrito/Pintado (Ed. MUAC-UNAM-RM, 2015). Una publicación a razón de la exposición en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la CDMX del 23 de mayo al 20 de septiembre de 2015, en la que se desplegó una muestra de obra de Rojo, pasada y presente. Lo puedes descargar gratis en el sitio del MUAC.

Cómo construir un volcán (Ed. Petra, 2009) con ilustraciones de Vicente Rojo y la colaboración de los poemas de José Emilio Pacheco, Alberto Blanco, Coral Bracho y José Miguel Ullán. A lo largo del libro los autores nos dan pistas sobre cómo construir un volcán con letras y tinta, un debraye creativo que busca desenmarañar los misterios alrededor de la figura del volcán.

Vicente Rojo. Diseño Gráfico. (Ed. Era, 2002). Este libro recopila una muestra de su obra en más de cuarenta años de producción: logotipos, suplementos, revistas, carteles, diarios, libros-objeto, todos testimonios del desarrollo de su técnica, del nacimiento de su estética y la influencia que marcó el porvenir de la gráfica mexicana.

Alas de papel (Ed. ERA-Colegio Nacional, 2005). “El origen de este libro […] está en la exposición que con el título de Obra compartida realicé en el histórico Pabellón Transatlántico de la Residencia de Madrid […] se llevó a cabo de noviembre de 2002 al mes de septiembre de enero siguiente.” escribe Rojo en la introducción del libro. Entre los autores que lo acompañan están Octavio Paz, José-Miguel Ullán, David Huerta, Fernando del Paso, Juan Villoro, Bárbaro Jacobs, Coral Bracho, entre otros. Vicente tuvo siempre un gran respeto por la sinergia entre texto e imagen, en este libro se puede apreciar un poco de esa filosofía.

Vicente Rojo fallece

El pasado lunes 15 de marzo Vicente Rojo cumplió 89 años, dos días más tarde fallece por un paro cardiaco, y con él muere un amigo, una pareja, un padre, un abuelo, muere un gran artista, muchos dirían, el gran artista de la visión moderna en México.

Si bien Rojo nos ha dejado, su obra vive en la cotidianidad del México que tanto amó, vive en cada portada que realizó, en las esculturas que siguen de pie, en las pinturas y murales a los que dio vida, en cada diseño que creó. Rojo vive.

Ilustración por Elmer Sosa.