Volcán, acto de neosincretismo

Se presentará un bailarin de diablada quien hará una performance escultórica con ciertos segundos de baile intenso

Volcán, acto de neosincretismo

Autor: Pia
Pia

Se presentará un bailarin de diablada quien hará una performance escultórica con ciertos segundos de baile intenso. El diablo se presenta como un guardián, como un custodio de lo instalado en el muro y por extensión de todo el espacio de la galería. Habrá ceremonia de agradecimiento. Se instalará un mural triangular de 3×4 metros aproximadamente, formado por escritos de amigos directo al muro frontal. En un muro lateral habrá fotos de diversas pinturas bordadas hechas durante dos años como obras devocionales o meditativas al volcán Osorno. En el otro muro, habrá una foto blanco y negro de la performance realizada el pasado solsticio de invierno (junio 2010) por Pati Cepeda sobre el volcán Osorno (ver foto) «El volcán como entidad contenedora de fuerzas poderosas de la naturaleza, relacionado con los movimientos tectónicos y el fuego… la diablada como devoto custodio, guardián de estas fuerzas… le rinden honores»

«Cuando mueren los andinos regresan a la Pachamama por la boca de los volcanes donde se reincorpora en hijo muerto al seno de la madre Tierra para reencarnarse en otro ser. Para vivir en armonía entre el mundo de arriba y el abajo deben agradecer a la tierra mediante ofrendas y otros festejos relacionados con la fertilidad y pagos a la pachamama, especialmente en la fecha donde culmina la cosecha y comienza el tiempo frio», según la tradición aymara la arqueóloga Carolina Aguero precisa: es decir a su lugar de origen o «pacarina».

Instalación de Pati Cepeda para galería Yono, en Santiago de Chile. Inauguración jueves 7 de abril 2011 – 20:30 hrs.

Performance: 9pm

A continuación, textos escritos por red de amigos de la expositora para ser incorporados a la exposición:

Carolina Agüero Piwonka, 03 de abril a las 21:12

Desde tiempos ancestrales, los cerros integraron el sistema de creencias de las poblaciones originarias andinas, lo cual no necesariamente se relacionó con una ocupación física de estos lugares, ya que se les daba una connotación sagrada, “donde viven los ancestros”, la pacarina o el lugar de origen de las comunidades (ésta puede estar en los cerros, en una gruta, en una fuente o en una momia, según Duviols (1976: 89). Incluso más tardíamente parece existir una concepción metafórica, de igualdad o equivalencia, entre las tumbas sobre el suelo, los antepasados y por ende, los lugares de origen. Con la presencia del Tawantinsuyu (1400–1550 d.C.) esto cambia, siendo los cerros ocupados tanto en sus faldeos como en sus cimas. En efecto, el culto a los cerros tuvo su máxima expresión con los incas, pero sin duda, fue una costumbre compartida por todos los habitantes de los Andes desde momentos anteriores. La actual Puna argentina y chilena es el territorio con mayor densidad de montañas con restos arqueológicos de las cuales para muchas no hay pruebas de la presencia inca. Y es conocido que los incas, por razones políticas asimilaban los cultos locales de los territorios que integraban al Estado.

Carlos Serpiente, 03 de abril a las 18:55

Del fondo la vulva submarina se agita y ya brota el llanto líquido ardiente que gesta su interior… nacen de sus mil maravillosas lenguas doradas que quiebran la oscuridad, abismales ruidos y efervecencia vaporosa de agua salada, viajando el magma retoño, buscando como el quijote por entre medio de arena y piedra, siempre reconstruyendo el manto geográfico de landias e islas…y arriba en montañas de alumbre finito va preñada de fuego su presencia, la que escupe tortuosa y latente, asfixiante y asombrosa el vertigo del rito incandescente, vomito y conciencia ignea y planetaria que desnuda y repleta laderas, deshuesa horizontes, aturde a los pueblos e inscribe historias enteras, gracia indomable de lava brutal…

Rodrigo Flores C., 31 de marzo a las 10:57

Si somos latinos americanos somos hechos de volcanos, corazones profundos que emergen con fuerzas destructivas y renovadoras. Expresión desde la concentración del origen, sin dios ni ley no hay a quien culpar. El sismo es su pulso, la lava su extensión. Pequeños hombres le temen, los grandes lo aceptan y pocos se ven como sus vástagos, de las cenizas a la vida.

(…)

+ info: Facebook Pati Cepeda

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