En Conversaciones con El Ciudadano, el escritor Manuel Martínez Opazo, también conocido como Manuel Capitán Cianuro, habló sobre su libro “50 años del golpe de Estado en Chile. Testimonios”, en el cual reúne vivencias de cómo la gente vivió el trágico 11 de septiembre de 1973.
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Señaló la importancia de recrear el contexto del golpe de Estado en Chile, al considerar que deben preservarse estos “pedazos de la historia”, para dar lugar a la memoria y frenar el avance del negacionismo.
El escritor advirtió que esta postura, la cual rechaza hechos o periodos de la historia, ha permitido el resurgimiento de ideologías radicales de derecha, como el neofascismo, que avanza en países europeos y comienza a asentarse en Latinoamérica.
Martínez Opazo comentó sobre su reciente publicación que recopila 24 testimonios de chilenas y chilenos sobre cómo vivieron el 11 de septiembre, para recrear el contexto y ambiente político.
No hubo un filtro especial para recolectar estas anécdotas, acotó el escritor, quien remarcó su intención de reunir a variado grupo etario con jóvenes de la época, madres e incluso niños de ese entonces.
Manuel Capitán Cianuro compartió su vivencia a los 6 años, cuando cursaba la educación básica y la muerte del entonces presidente Salvador Allende fue comunicada en la radio.
“Recuerdo a mi mamá escuchar sobre lo acontecido en la radio, y salir rápido al encuentro con mis hermanas en la escuela (…) Recuerdo a mi vecina de escasos 14 años de edad, gritándome en la cara, festejando, mataron a tu presidente, somos libres. De igual forma un vecino, disparando al aire y gritando: somos libres, somos libres”
Manuel Martínez Opazo
Escritor
Durante los años siguientes que duró la dictadura militar, el escritor recuerda la tensión de a ocupación armada y un constante espionaje, que llegó hasta los niños, “no jugábamos tranquilos, los milicos entraban a las ciudades, disparaban”
En cuanto al panorama político, Martínez Opazo consideró que se ha perdido el sentido de cooperativismo entre las personas, pues criticó que ha impregnado el neoliberalismo y el pensamiento de que la vida “es una competencia”.
Atribuyó esta tendencia a los programas de estudio y al individualismo, lo cual impide que la gente se involucre y se ayude.
“El neoliberalismo se ha impregnado de tal forma en que sólo se tiene valor individual, en crear estereotipos de éxito, la competencia es el valor central del neoliberalismo, pero la vida no es una competencia, es una cooperación entre unos y otros para la supervivencia”
Foto: El Ciudadano México
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