Por Wladimyr Valdivia Westphal
Ganadora del León de Oro a mejor película en el último Festival de Venecia, el segundo largometraje de la directora francesa de origen libanés Audrey Diwan sorprendió al mundo por su potencia y autenticidad. Bajo el título original ‘L’événement’, también conocida como ‘Happening’, la cinta fue escrita por Diwan a partir de la novela autobiográfica de Annie Ernaux.
En Francia, 1963, Anne (Anamaria Vartolomei), una estudiante de literatura con gran futuro, queda embarazada. Ante la falta de apoyo y el temor de truncar sus sueños, toma la decisión de abortar, enfrentándose al juicio social, la vergüenza, el riesgo vital e incluso la posibilidad de ir a la cárcel.
Periodista, escritora, directora de cine y toda una carrera comprometida con los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género, Diwan lleva a la pantalla grande la increíble historia de Annie Ernaux vivida a comienzos de los años 60 cuando estudiaba en Rouen. La directora nos invita a un aterrador viaje junto a Anne, que con 17 años decide buscar los medios para abortar como única opción para poder seguir con su vida, sus proyecciones académicas y su futuro laboral, en una Francia de posguerra extremadamente religioso y patriarcal, en un período donde solo mencionar la palabra era motivo de juicios morales y escandalización, y su carácter de ilegal solo podía remitir a la clandestinidad.
“Tengo una enfermedad que solo ataca a las mujeres y las transforma en dueñas de casa”.
Diwan no evita alejarse del discurso político y expone con claridad su posición respecto al tema, para retratar, con un exceso de veracidad, la cruzada que emprende Anne, quien no confía en su familia, que es abandonada por sus amistades, que recibe amenazas incluso de personal médico; nos adentramos en el corazón de una mujer que apenas se reconoce en su sexualidad y se ve al borde de un precipicio, que se convierte en objeto sexual activo para un entorno masculino solo por el hecho de haber perdido su virginidad.
Es esa angustia y soledad, es la impotencia ante su entorno, lo que Diwan entrega con una mirada -por cierto feminista- certera, cruda y muy reveladora, a través de un íntimo seguimiento a su protagonista y a cada una de sus decisiones, mediante ejemplificadores primeros planos que dan cuenta de la evolución de su estado a lo largo de la cinta, así como una fuerza dramática en una narración que bordea el thriller, llevándonos de manera cronológica por el tortuoso camino marcado por su decisión, sin pretender nunca aleccionar al espectador. Este acierto también lo consigue a través del uso del cuerpo femenino y su desnudez, convertido en arma de rebeldía y constatador de hechos más que simple exposición estilística.
El acucioso trabajo detrás de cámara y del guión de la directora, lo complementa delante de ella Anamaria Vartolomei (‘My Little Princess’), actriz franco rumana que, con tiempo casi completo en pantalla, realiza una interpretación magistral e hipnótica de una mujer aislada, rechazada y reprimida, que esconde en su mirada tanto la valentía estoica como el miedo de la incertidumbre, del horror al caos emocional y el dolor físico, único medio para llevar a cabo su revolución.
Aunque ambientada hace más de 60 años atrás, lo cierto es que el aborto sigue siendo ilegal en una veintena de países, de leyes anacrónicas y Estados incapaces de mirar bajo el velo. Es esta atemporalidad la que la vuelve una cinta incómoda y desgarradora, donde sus imágenes no son más que el reflejo de lo que nos hemos convertido y cada palabra de Anne es un grito de esperanza que solo aspira a la libertad.
Mira el trailer a continuación: