De abducciones y mundos desconocidos

Por Francisco Herrera

Dice Roberto Abad que le gustan los extraterrestres y la ciencia ficción, pero lo suyo es un anzuelo, porque lo que en realidad le gustan son los laberintos. Marañas literarias que nos llevan a lugares oscuros de los cuales no siempre podremos salir.

Cuando las luces aparezcan es el nombre de su nuevo libro de cuentos, publicado bajo el sello Paraíso Perdido, dentro de la colección Árbol adentro, dedicada por completo al relato breve. Con motivo de la salida de este volumen, El Ciudadano charló con este escritor mexicano.

Nervioso en la víspera de recibir su dosis de refuerzo contra Covid-19 y tocando el tema de la lectura de libros sobre pandemias, surge la primera pregunta: ¿se puede escribir sobre un tema que aún no acabamos de vivir?

“Muchos han descrito la actual pandemia como un escenario de ciencia ficción”, al respecto, el cuentista se cuestiona qué significa eso: “¿Es vivir en el futuro o en otros mundos?”.

Primero debemos definir en qué consiste en estos días el término Ciencia Ficción.

Entre las distintas acepciones que tiene el género y las diversas formas de abordarlo, Abad no siente que se necesariamente que el género debe inventar o prever eventos que aún no han sucedido; para él, es más bien un espacio para reinventar las formas de ver determinados temas. Una puerta que nos muestra otras realidades.

La velocidad de los avances tecnológicos hace imposible seguirles el paso, pero esos avances ya no son necesariamente el corazón de estos relatos, que bien podría ser clasificados como pertenecientes al género fantástico por algunos puristas de la ciencia ficción.

Abad pone como ejemplo el uso de artefactos que forman parte de nuestra vida diaria pero ubicados en un nuevo contexto se vuelven objetos sobrenaturales o imposibles, como hace Jorge Luis Borges con un libro en El libro de arena.

Sus textos parten de una emoción que genera una idea. “El contraste emocional que genera que un hombre se vea a sí mismo en un cuadro en el que no tiene forma de explicar su presencia como figura retratada”, dice Roberto sobre su cuento “El retrato”.

El escritor expresa su gusto por situaciones que inviten a una sensación de angustia o desasosiego. Encontrar una escena que provoque esas emociones es el detonante de varias de sus tramas. Personajes que por más que avancen parecen no hacerlo.

“Soy un ladrón de escenas o frases”, nos comenta. Roberto Abad no deja de buscar historias, lo mismo en las conversaciones que surgen en un día cualquiera o en notas periodísticas.

Ávido lector de Horacio Quiroga y Amparo Dávila, resalta su gusto por el cuento. Considera cosa del pasado ese prejuicio de que un escritor debe tener como fin último el escribir una novela. Incluso, considera que incluso la literatura actual tiene categorías que van más allá del cuento, novela y poesía.

Atraído por otros mundos, otras sociedades extraterrestres, Abad comenzó hace años a planear este volumen. “Escribo todo lo que puedo hasta que se acabe la gasolina”.

Después, comienza a pulir el material. Tres cuentos fueron descartados y los seis restantes fueron reescritos a lo largo de un par de años.

El volumen ganó un concurso literario, pero esto no detuvo el trabajo de Abad, quien, tras ganar una beca, aprovechó la ocasión para tallerear sus relatos.

Aunque su afición principal es el cuento, en especial a la tradición estadounidense y argentina, lo mismo a los textos fantásticos de Jorge Luis Borges que al naturalismo de Raymond Carver, Abad no descarta explorar con el microrrelato, género donde se da el tiempo de recomendar a Lydia Davis y Ana María Shua.

Impedido por la pandemia para presentar su libro de manera presencial, tuvo que esperar hasta finales de 2021 para tener su primera reunión con sus lectores.

Mientras, prepara una nueva antología de literatura fantástica, con temas como el duelo, la paternidad y las deformaciones, aderezados con elementos de terror, con giños al cine de David Cronenberg o la literatura de James Ballard.

Mientras tanto, seres de otros mundos, seguirán acechando en sus páginas al próximo lector incauto que se acerque a ellos.

Cuando las luces aparezcan, de Roberto Abad, se encuentra en las librerías El Sótano y Ghandi en su edición en papel; también está disponible la versión e-book en Amazon.

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Ilustración: Iván Rojas

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