Love from Melmac (Independiente – 2017)He sido testigo de episodios muy extraños provocados por la música. Creo que el primero y más impactante, fue durante el 2005, para una celebración del Día de la Música en la Ex cárcel de Valparaíso (cuando aún era cárcel y no el mall en el que se convirtió). Tocaba Cazuela de Cóndor, Pequeñas Partículas y otros. En un momento en que Cazuela elevaba una de sus melodías más psicodélicas, desde el público un tipo comenzó a tener convulsiones en el piso de tierra del antiguo centro de reclusión, pero ante la sorpresa de todos, terminó la canción y éste se paró, se sacudió la ropa y comenzó a aplaudir como un poseso. Es con este ejemplo que doy comienzo a este texto, quizá con la intención de explicar lo que pasa con cierto tipo de música, una que de alguna forma traspasa límites mentales y físicos, provocando que algunos seres se sientan afectados de una u otra forma con lo que escucha, parecido a lo que ocurre en las iglesias o en las grandes concentraciones de gentes en donde las melodías caen en el trance y cada individuo se deja llevar por sus ensoñaciones.
En el caso de Espiral, el trance viene en tono espacial, en colores oscuros, en momentos de insanidad y en explosiones ruidosas. Espiral es vorágine llena de free jazz, Zeuhl, progresivo y psicodelia, y Love from Melmac es una clara muestra de aquello. Con una directa alusión al planeta natal de Alf, aquel extraterrestre come gatos, que sin ningún plan se ganó el corazón de todos los humanos (aunque igual terminó en decadencia, como todo en esta puta vida). Grabado en Estudio Tierra en formato Live sesión en cintas, el disco debut de Espiral es un viaje de constante movimiento, intenso y suave al mismo tiempo, pero con una tensión constante, abrasadora que queme tus neuronas y hace querer vivir la experiencia mística del Espiral que gira y gira y vuelve a su origen y genera otras ondas, creaciones únicas y convergentes que se retroalimentan de ellas mismas y así el eterno retorno se hace realidad.
La banda está compuesta por Miguel Ángel Rodríguez en teclado y sintetizador, Ignacio Larraín en saxo y bajo. En las guitarras eléctricas se cruzan los acordes electrificados de José Luís Cayul y Pablo Mazzini, mientras que en la batería Cristian “Joven Billy” Hidalgo es el encargado de los pulmones del grupo, dando el tiempo justo y arrítmico a las creaciones colectivas que brotan desde los ensayos en el viejo barrio Matta Sur, donde se han movido para tocar en distintos lados de nuestro país, demostrando que el space rock es una carta aceptada a la hora de participar en diversas presentaciones en la escena under de Santiago. Oreja, pestaña y ceja con “Miami System”, “Kiltro solitario”, “Space On” y “Tunguska” que son de esas melodías que te vuelan los sesos y te quitan la respiración.
Para escuchar, teletranspórtese aquí:
https://espiralbandachile.bandcamp.com/album/love-from-melmac