La tendencia del arte (visual) con libros

Por ejemplo, el humorista y fotógrafo estadounidense Terry Border utiliza  libros viejos de la literatura popular y, con un poco de alambre, desvela la esencia de la trama. Su proyecto se denomina «Wiry Limbs, Paper Backs» y juega a dotar a los soportes de un alma antropológica con mucho sentido del humor. Su blog Bent Object incluye otros proyectos con objetos cotidianos y alambre.

Frente a la cotidianidad y sencillez de las propuestas de Terry Border, se sitúan las colosales esculturas de Jonathan Callan, que deforma y mutila series de libros para crear una nueva propuesta que va más allá del objeto y de su contenido: los libros se convierten, para este artista de Manchester, en un medio escultórico.

La fotógrafa tejana Cara Barer también explora las posibilidades estéticas del soporte papel transformándolo en una suerte de flores artificiales que destacan por su componente espectacular y, a la vez, delicado. Según la artista, «los libros, objetos físicos y repositorios de información, han sido desplazados por ceros y unos en un universo digital sin materialidad». A través de su arte intenta lanzar preguntas sobre la frágil y efímera naturaleza de los libros y de su futuro.

La artista conceptual sudafricana Barbara Wildenboer va más allá y desmiembra los libros para crear construcciones de papel de extraña belleza. El juego con lo abstracto y la metáfora son algunas de las señas de identidad de estas obras que buscan superar lo visual y operan en torno a la sugerencia.

El canadiense Guy Laramée utiliza los libros para crear paisajes visuales, resaltando la parte más realista del contenido de los objetos que manipula. Los paisajes nos remiten, más que a la ensoñación, a la realidad que escapa de las palabras de los libros, componiendo un interesante y seductor híbrido entre literatura y naturaleza.