El Muro de Berlín, construido tras el fin de la Segunda Guerra Mundial para dividir en dos a Alemania, se convirtió en un símbolo de la Guerra Fría y fungió durante varias décadas como la puerta de entrada a la Europa comunista, ubicada al este del continente.
Este muro de 43 kilómetros, que cayó en 1991, fue retratado por el cine en gran cantidad de ocasiones, no sólo en la cinematografía europea sino en otras latitudes, como México, como “El niño y el muro” dirigida por Ismael Rodríguez.
En esta ocasión, El Ciudadano recuerda tres cintas alemanas cuya trama gira alrededor (o de forma paralela) al célebre Muro de Berlín.
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En el transcurso del tiempo (Im Lauf der Zeit, 1976, 175 min.)
Quizá la película más experimental del director alemán Wim Wenders (París, Texas; Tan lejos, tan cerca; Buenavista Social Club; Historia de Lisboa, entre otras), En el transcurso del tiempo es una película que narra el viaje de dos desconocidos: Robert, y Bruno, interpretados por Hanns Zischler y Rudiger Vogler, respectivamente, quienes recorren a bordo de una camioneta la frontera entre las dos Alemanias.
La película, filmada en blanco y negro, es una road movie intimista donde Wenders, a través de sus personajes, reflexiona acerca de las fronteras visibles e invisibles y de la identidad de una nación separada de manera artificial por un muro de concreto y alambres de púas instalados a lo largo de su territorio.
La cinta fue filmada sin guión. El director escribía las nuevas escenas al llegar a cada nueva locación, lo que provocó un atormentado rodaje pero nos legó uno de los testimonios más sinceros sobre un país dividido pero con una identidad compartida.
La promesa (Das versprechen, 1995, 119 min.)
Margarethe von Trotta celebró la caída del Muro de Berlín con esta cinta que narra la historia de un amor interrumpido por una huida infructuosa, cuando una pareja de jóvenes trata de cruzar del Berlín Oriental al Occidental. Sophie alcanza el otro lado, pero Konrad se queda atrás.
Contada en episodios que abarcan desde 1961 hasta 1989, La promesa no narra sólo la historia de la pareja y sus reencuentros, sino la historia de un país dividido por más de cuatro décadas.
Surgida, al igual que Wenders, del Nuevo cine alemán de los años ’60, Von Trotta retrata con una mirada pasional el divorcio y posterior reunificación de su país.
La vida de los otros (Das leben der anderen, 2006, 137 min.)
Una de las cintas alemanas más premiadas del presente siglo, La vida de los otros es la historia de un agente de la Stasi, la infame policía secreta de la RDA, que debe espiar a un escritor del que se sospecha es un espía de la Alemania Occidental. La película, dirigida por Florian Henckel von Donnersmarck, retrata de forma sutil la soledad de un hombre que vive a través de las personas a quienes espía, pero también es testigo de los últimos años de una forma de vida que se extinguió con la caída del Muro de Berlín y el fin de los gobiernos comunistas a lo largo de toda Europa oriental, incluida la disolución de la Unión Soviética, Checoslovaquia y Yugoslavia.