Pedro Maria Ñankupel, el pirata de Chiloé – [Independiente, 2018]
Con el tema de la centralización, en muchas ocasiones, el sonido de las regiones de nuestra larga y estrecha faja de tierra no llega a nuestros oídos. Como un impulso lleno de curiosidad o por simple coincidencia nos topamos con la sorpresa musical de que, por ejemplo, en el norte grande y en el sur más extremo abunda el metal en todas sus variantes, además, existen muchas bandas y solistas que deambulan en diversos estilos, como las baladas románticas o el rock más psicodélico, por lo mismo, es cosa de asomarse, buscar y seguro encontrarás que no todo sucede en Santiago y sus alrededores. También es cierto que hemos tenido la suerte de romper esa barrera y deleitarnos con los colores sonoros de muchos proyectos que se han hecho de un nombre en esta injusta y deplorable industria musical chilena, donde los que tienen dinero se hacen espacio para ser escuchados, mientras en la mesa del pellejo, las y los creadores se pelean porque su comunicado aparezca en algún medio de internet.
Es dentro de esta lucha que nos topamos con los muchachos de Wichañe, nombre que proviene del mapuzugun y que significa “Levántate”. Nacidos el 2017 en la ciudad de Castro, capital provincial del archipiélago de Chiloé, nos presentan un álbum conceptual de rock progresivo mezclado con folklore y altas dosis de psicodelia. Dentro de toda esta hazaña autogestionada, realizando presentaciones y distintas actividades para conseguir apoyo y dinero para la producción del disco, los muchachos se interiorizaron en una historia rodeada de mitos y leyendas -apelando a la idea de que la vida es repetitiva y que todas las cosas vuelven a ocurrir-, en donde un huilliche es acusado de 99 muertes de las cuales ninguna pudo ser probada, pero en donde tristemente todo indicaba que asumir esa culpa era la única salida para poder cerrar aquel oscuro episodio.
Pedro Ñankupel, el pirata de Chiloé relata desde un principio y en primera persona, cómo Pedro se vio involucrado en esas lindes que finalmente terminaron por condenarlo. Sin embargo y como cuentan los mismos Wichañe, Ñankupel fue acusado injustamente y la decisión de llevar esta historia a la actualidad es por la cercanía que existe entre este juicio y los procesos que viven injustamente loncos y machis solo por defender lo que les pertenece.
En 8 canciones se nos narra, cronológicamente, los sucesos del proceso, algo así como la pasión y muerte de Ñankupel. Con sintetizadores, guitarra eléctrica, bajo, batería, una lírica narrada y en perfecta coherencia con el estilo que abordan -y que a la primera escucha te rememora bandas como Los Jaivas, Cazuela de Cóndor, Congreso y el folclore de la zona-, estos músicos son capaces de cruzar con belleza ritmos chilotes, sonidos mapuche y progresiones rockeras junto a interesantes paisajes sonoros que de alguna manera te transportan a los lugares recorridos por Ñankupel, ese que deja de arrastrar las cadenas y con su pecho lleno de balas, empieza a vivir nuevamente esta historia que llegó a tus oídos.
Escucha el disco aquí:
https://soundcloud.com/wixage-anai/sets/pedro-maria-nankupel-el-pirata-de-chiloe-1
Por Jorge Rubio