Señor
Gabriel Boric Font
Presidente de la República de Chile
Presente
En nuestra calidad de activistas del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel) y MAT (Movimiento por el Agua y los Territorios), nos dirigimos a usted para solicitar que la Dirección General de Aguas, del Ministerio de Obras Públicas, fiscalice e informe públicamente cuales son las entidades del gobierno de Chile que tienen contratos con la empresa israelí Mekorot. Solicitamos que en esta investigación se incluyan todas las gobernaciones regionales del país, además de los 346 municipios, con el fin de dar a conocer públicamente las alianzas comerciales con la empresa mencionada.
Mekorot es la empresa de agua estatal de Israel que tiene el control total de las cuencas de agua palestinas entre el Río Jordán y el Mar Mediterráneo (excepto por una sección muy corta de la franja de Gaza, donde Israel destruye sus fuentes de agua con otros medios). Este control incluye el Mar de Galilea y las cuencas de los Altos del Golán sirios. Desde su fundación en 1937, Mekorot ha sido una organización fundamental en la colonización de asentamientos israelíes en tierras palestinas, que constituyen un crimen de guerra, y en 1944, cuatro años antes de la fundación del estado de Israel, esta empresa ya había formulado el primer plan nacional de agua israelí. El robo del agua es un arma clave en el robo de tierras y la expulsión del pueblo palestino, y Mekorot ayuda directamente al crecimiento económico israelí, específicamente su industria agrícola.
El Acuífero de la Montaña, ubicado al oeste del Río Jordán, cubre un área primordial de Cisjordania y se extiende con manantiales por ambos lados de la línea verde. Esta es la cuenca de agua subterránea de mejor calidad de la región. Debido a que a partir de 1967 Israel ha prohibido a los palestinos acceder al agua del Río Jordán, el Acuífero de la Montaña es la única fuente que tienen disponible. Sin embargo, los colonos israelíes gozan del 87% de sus aguas mientras los palestinos sólo pueden ocupar el 13%.
El Acuífero Costero se extiende desde el norte de la Península del Sinaí, pasa por la franja de Gaza, y llega hasta el Monte Carmel. Mientras Mekorot provee agua desalinizada del Acuífero Costero a la población israelí, Israel prohíbe a los palestinos de Cisjordania el acceso a estas aguas. Anualmente, los israelíes consumen aproximadamente 2 mil millones de metros cúbicos de agua natural y desalinizada, donde el 50% lo obtienen bombeando los acuíferos perforados. Mekorot bombea alrededor de dos tercios de los acuíferos perforados, y desde 2023 controla 45 pozos perforados en Cisjordania. En contraste, Israel pone enormes restricciones a los palestinos de Gaza para acceder al agua del Mar Mediterráneo, cuando no lo restringe completamente. Los gazatíes tienen acceso a solo 1 milla náutica del mar en cada extremo de la franja, y en otras zonas desde 3 a 9 millas desde su costa. A veces Israel bloquea completamente el acceso al agua en Gaza, como un castigo colectivo contra toda su población. Todos los días la marina israeli que patrulla las aguas dispara a los botes de pescadores que necesitan ganarse la vida y sostener a sus familias con la pesca.
La franja de Gaza lleva 17 meses sufriendo el genocidio más documentado de la historia, perpetrado por Israel. Por 17 años Gaza ha sufrido una crisis humanitaria sin precedentes con el bloqueo israelí impuesto por cielo, mar y tierra. Durante todos estos años, y especialmente ahora en medio del genocidio, Israel ha destruido con bombardeos sus infraestructuras para el agua y el alcantarillado, y prohíbe el ingreso de insumos necesarios para reparar estas instalaciones. Producto de esta destrucción, el agua bebestible está completamente contaminada para la población gazatí y las aguas residuales se vierten en el mar. Israel explota el 75% de la única fuente de agua para Gaza, el Acuífero Costero, y como resultado más del 97% del agua bombeada desde este acuífero en Gaza no cumple con los estándares de la Organización Mundial para la Salud.
Dado que la mayor parte del agua es explotada por Israel, mucho antes de que Israel comenzara su genocidio el 7 de octubre de 2023, el Acuífero Costero en Gaza ya estaba severamente amenazado por el exceso de bombeo, la contaminación por aguas no tratadas y la filtración de aguas del mar. Aun así, a pesar de la urgente necesidad en aquel entonces de encontrar fuentes alternativas de agua para Gaza, Israel siempre impidió el desarrollo de nuevas fuentes de agua para la población palestina, además de la construcción y bombeo de pozos nuevos que no estuvieran contaminados.
Solamente durante los primeros 13 meses del actual genocidio, Israel lanzó 85.000 toneladas de bombas sobre Gaza, excediendo el total de bombas lanzadas en la 2da guerra mundial, y ha destruido el 70% de la infraestructura de la franja de Gaza. En marzo de este año Israel decidió cortar la electricidad de la única planta de desalinización en Gaza. Según Amnistía Internacional, esto disminuirá en un 85% la capacidad de la planta de producir agua potable. Estas políticas israelíes tienen la clara intención de crear las condiciones necesarias para destruir la vida de los palestinos. El uso del agua como arma de guerra permite a Israel acelerar el genocidio por medio de la deshidratación, la proliferación de enfermedades infecciosas y epidemias, incluyendo el cólera, disentería, tifus, polio, hepatitis, varicela, erupciones cutáneas, sarna, y cientos de miles de casos de influenza severa.
En abril de 2024, las autoridades sanitarias en Gaza habían detectado un millón de casos de enfermedades infecciones. Esto es casi el 50% de la población en Gaza. Al menos el 90% de los niños menores de 5 años están sufriendo una o dos enfermedades infecciosas. El hacinamiento provocado por décadas de bloqueo israelí, además de la destrucción de hospitales y la red de alcantarillado, la prohibición del ingreso de medicamentos y ayuda humanitaria a la franja, hacen imposible dar tratamiento a la población, y las enfermedades altamente contagiosas se siguen propagando.
Mientras que Israel provoca esta devastadora crisis de salud y crea todas las condiciones necesarias para destruir la vida de millones de palestinos, Mekorot utiliza las tecnologías de desalinización para fortalecer las relaciones diplomáticas y económicas de Israel con otros países. Estas medidas son parte de un proyecto amplio de normalización que pretende ignorar los derechos humanos palestinos y el Derecho Internacional, a la vez que seguir fortaleciendo la economía israelí y su poder dentro de la región. Mekorot vende su imagen como una empresa que otorga soluciones hídricas a otros países, pero lo que se ha hecho evidente, especialmente en Argentina, es que no traen soluciones a la población sino que además encarecen los precios para el agua que terminan pagando los propios ciudadanos. Un ejemplo especialmente grave fue un caso en La Plata, Argentina, que fue investigado por el gremio ATE. La Plata llevaba bastante tiempo con un déficit de agua, cuando Mekorot se adjudicó una licitación para la construcción de una planta similar a la Planta Donato Gerardi. Ofrecían agua más barata, pero la razón es porque era agua corriente, no agua potable. El agua corriente sirve para regar pero no para beber. El plan de Mekorot era no ponerle cloro al agua, o bajar de forma drástica la cantidad de cloro, lo cual significaba un grave riesgo para la salud de la población. De acuerdo a los profesionales de ATE, si bien se iba a reducir el costo para la empresa que suministra el agua en La Plata, este plan iba a saturar los hospitales con gastroenteritis porque al existir varias bacterias estas iban a entrar al torrente de la distribución del agua. En una población donde mucha gente no puede costear purificadores de agua, beber agua corriente puede traer problemas de salud que incluso pueden causar la muerte.
Estos profesionales también observaron que la empresa iba a triplicar las tarifas del agua injustificadamente y que habían errores graves en los planos de la obra. Por ejemplo, el conducto que iba de Ensenada a La Plata iba a perder el 40% del agua, que de por sí no era potable, sino más o menos purificada. Al descubrir que la empresa Mekorot carece completamente de conocimientos técnicos, los activistas denuncian que la única “expertise” de Mekorot es la propaganda, y que no tienen ninguna capacidad de ofrecer soluciones hídricas a un país. Finalmente, gracias a la presión que hicieron sobre el gobierno de Argentina, los activistas lograron que se cancelara en 2014 esta licitación con Mekorot.
Gran parte de los problemas de sequía, en Chile y en el mundo, son producto de un sistema capitalista neolibral que facilita que las empresas multinacionales exploten las cuencas de agua para sus intereses económicos a la vez que dejan a la población sin acceso adecuado al recurso del agua. Si Mekorot es justamente un empresa colonial que fortalece el apartheid por medio del expolio del agua que pertenece a millones de palestinos, ¿qué tipo de soluciones puede otorgar a la población en Chile? Mekorot no trae ni jamás traerá ninguna solución hídrica al pueblo chileno, por lo tanto no debería ser jamás contratado.
Varias ONG’s de derechos humanos, entre ellas Human Rights Watch, Amnistía Internacional y Betselem, han denunciado que Israel comete el crimen del Apartheid, y específicamente, la organización de derechos humanos Al-Haq denuncia que Israel practica el Apartheid del Agua con la ayuda de Mekorot, además de cometer el crimen de guerra del Pillaje de recursos como el agua. Hay que recordar que el Apartheid es definido como un crimen contra la humanidad, es decir, está dentro de la categoría de crímenes más graves que se pueda cometer en el orden internacional. En Cisjordania, Mekorot trabaja directamente con la Administración Civil de Israel (ACI), una agencia fundada en 1981 que se subordina a la Coordinación Gubernamental de Actividades en los Territorios, una unidad perteneciente al Ministerio de Defensa de Israel. Es decir, la ACI controla todas las actividades de Mekorot de mantención, operación y desarrollo del sistema de agua en el Área C de Cisjordania, particularmente para proveer agua a las colonias ilegales. Estas colonias son un crimen de guerra de acuerdo a la 4ta Convención de Ginebra, que prohíbe trasladar parte de la población ocupante para asentarse en el territorio ocupado, y por lo tanto, Mekorot, además de cometer el crimen de Apartheid, facilita estos crímenes de guerra.
Un ejemplo de cómo Mekorot facilita la colonización y el apartheid en Palestina es con la brutal diferencia de precios para palestinos con respecto a los precios para israelíes. Después de obtener el agua robada de pozos en Cisjordania, Mekorot vende cada metro cúbico de agua a $2,832 shekels israelíes a la Autoridad Nacional Palestina, que debe suministrar a los palestinos. En contraste, a la Corporación de Agua de Tel Aviv y la Corporación de Agua de los asentamientos ilegales Ariel y Karnei Shomron les vende cada metro cúbico de agua a $0,3 shekels israelíes, y a la Corporación de Agua Hagihon, que suministra a Jerusalén occidental y sus asentamientos ilegales, se los vende a $0,935 shekels israelíes.
Una empresa que viola sistemáticamente los derechos humanos, comete el crimen de Apartheid y el crimen de guerra del Pillaje, no puede ser contratada por ninguna gobernación, municipio, ni institución del gobierno de Chile. Un contrato con una empresa así convertiría a Chile inmediatamente en cómplice con los crímenes mencionados. Sabemos, por la experiencia de los contratos que han hecho provincias argentinas con esta organización, que Mekorot es una empresa que cobra montos extremadamente elevados por sus “servicios” para lucrar injustificadamente, que no cuentan con los conocimientos técnicos que declaran tener, no resuelven los problemas de acceso al agua de la población, y peor aún, están dispuestos incluso a arriesgar la salud de la población con el fin de asegurar un contrato. Mekorot es una empresa que comete violentos crímenes en Palestina y ofrece falsas soluciones para Chile y el resto del mundo.
Es por todas estas razones anteriormente expuestas que las organizaciones aquí firmantes solicitamos a la Dirección General de Aguas, y al presidente Gabriel Boric, que nos entreguen una respuesta de transparencia de cualquier contrato existente en cualquier gobernación regional o municipio de Chile. En el caso de encontrar un contrato establecido, solicitamos ponerle fin inmediatamente, y realizar una declaración de compromiso de prohibir que la empresa Mekorot pueda celebrar un contrato con cualquier institución del estado de Chile.
Atentamente,
BDS Chile
Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT)
Coordinadora por Palestina
C/C: Sr. Rodrigo Sanhueza Bravo, Director General de Aguas, Ministerio de Obras Públicas, Gobierno de Chile