La Unicef define en su sitio web al ciberacoso como «acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales que puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas».
A propósito de este fenómeno, el Ministerio de Educación instauró el 14 de marzo como el Día contra el Ciberacoso, jornada que invita a los establecimientos educacionales de todo el país a abordar temas de convivencia digital desde las mismas comunidades escolares.
Respecto a este problema, la académica de la Facultad de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Ana María Castillo, explica que es importante el reconocimiento que se hace a nivel oficial de que estos problemas existen, «y que es necesario a aprender a convivir con esas dificultades, reflexionar sobre ellas y que esa reflexión se dé en diversos ámbitos».
Asimismo, plantea que el foco debe estar puesto en los establecimientos educacionales, donde niños, niñas y adolescentes pasan su día a día.
«Es uno de los espacios prioritarios a defender, junto al respeto a la persona y la comprensión de que esos espacios de interacción en lo digital son reales y también sus efectos son reales. Es un espacio de reconocimiento, de trabajo, de respeto, que es fundamental. Y lo otro es reconocer los otros espacios donde esto ocurre, la familia, el espacio del hogar, y -sobre todo- el intercambio respetuoso entre las redes con otras personas», indicó la especialista.
Por su parte, la psicóloga Liliana Fuentes, Doctora en Lingüística y académica del Centro de Estudios Cognitivos y del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, recuerda que el ciberacoso tiene que ver con el acoso o intimidación que se realiza a través de redes sociales, de las tecnologías digitales, «y también puede ser a través de mensajería, como Whatsapp».
Además, añade, otro espacio en el que se pueden dar este tipo de interacciones es en los juegos en línea, donde existe interacción con personas de otras partes del mundo, incluso.
En esa línea, la profesora Fuentes afirma que «tiene que ver con difundir imágenes de la persona o fotografías, hacer intimidación, videos vergonzosos a través de redes sociales, que muchas veces suelen ser mentiras, utilizando herramientas como Photoshop, que dejan a la persona en desmedro, la deterioran en términos sociales, en términos psicológicos. Incluso, uno puede encontrar señas físicas en los jóvenes u adolescentes que están sufriendo ciberacoso, porque se ven desmotivados, menoscabados, con alteraciones del sueño o de la alimentación».
Por ello, la académica advierte que a través del ciberacoso una persona puede ver invadido todos los aspectos de su vida. Sobre cómo evitarlo, asegura que siempre es importante denunciar, para poder pesquisar la situación.
«En colegios y escuelas, esto puede ser a través del Manual de Convivencia de los establecimientos educacionales, donde habitualmente se menciona este tipo de situaciones y se busca mantener una buena comunicación -por sobre todas las cosas- con profesores, padres y apoderados, los niños y jóvenes con sus padres madres, personas cercanas. A veces un hermano mayor o algún amigo, podría ser de ayuda», concluyó la Dra. Liliana Fuentes.
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