«No existe en el Estado chileno un concepto claro de lo que es la violencia contra las mujeres»

¿Cuáles son los retos que Chile tiene pendientes en términos de igualdad de género y lucha contra la violencia hacia las mujeres? En ocasión del Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer analizamos las tareas que aún están pendientes en nuestro país.

«No existe en el Estado chileno un concepto claro de lo que es la violencia contra las mujeres»

Autor: Meritxell Freixas

En la calle, en las expresiones populares y culturales -música, chistes, publicidad, medios, etc.-, en el ámbito laboral, institucional y doméstico. En lo público y en lo privado. La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las asignaturas pendientes de Chile, aunque el desafío se extiende también a nivel global.

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Los datos hablan por si solos. En lo que va de año, se han registrado 51 femicidios. Una chilena gana un 21,4% menos que un chileno por realizar el mismo trabajo. Y el 93% de las mujeres reciben de las AFP pensiones de menos de 147.700 pesos.

Hoy, Día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, puede ser un buen momento –aunque, por supuesto, no debería de ser el único– para revisar los retos, prioridades y urgencias que nuestro país tiene aún pendientes de resolver. Para eso, El Ciudadano conversó con el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC) y la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, que convocó para la tarde de hoy una movilización a nivel nacional para salir a la calle “a enfrentar con rabia y decisión, la corrupción, la colusión y la violencia machista”.

Mejorar la legislación y la educación

El diagnóstico es claro. Ambas organizaciones coinciden en que el camino que queda por recorrer en términos de igualdad y, sobretodo, en relación a la lucha contra la violencia hacia las mujeres es aún largo y duro. Se trata de terminar no sólo con la violencia directa hacia ellas sino también con aquella cultural y estructural, ambas mucho más invisibilizadas, normalizadas por la sociedad y camufladas en el uso de un lenguaje sexista y androcéntrico, leyes discriminatorias y micromachismos, es decir, comportamientos “invisibles” de violencia y dominación que los varones cotidianamente realizan en el ámbito de las relaciones de pareja.

Para María Francisca Valenzuela, presidenta del OCAC, “Chile está muy en pañales todavía en lo que respecta a la violencia contra mujeres y niñas a pesar de que el Estado ha firmado tratados internacionales en los que se compromete. Falta mucho, hay que resolver demasiados temas”. Coincide con ella Soledad Rojas, una de las coordinadoras de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres: “Nos enfrentamos a una legislación muy deficitaria del problema. No existe a nivel del Estado chileno un concepto claro de lo que es la violencia contra las mujeres. Se ha trabajado como una violencia intrafamiliar pero si la legislación no cambia tampoco va a cambiar el imaginario colectivo. La violencia hacia las mujeres es mucho más amplia que los golpes o al maltrato sicológico por parte de la pareja o expareja”. Y precisó: “Estamos bajo un tema cultural que ha naturalizado las distintas formas de violencia contra las mujeres y que se convierte en el substrato que permite que finalmente una mujer sea asesinada no sólo por su pareja, sino también por un desconocidos que la viola y finalmente la mata”.

La presidenta del OCAC enumeró algunos de los principales déficits que el país aún tiene en deuda con las chilenas, en particular, y con la sociedad, en general: “Todavía tenemos una Ley de Femicidio que es deficiente, al igual que la Ley de Violencia Intrafamiliar, no se regula el sexismo, no hay buenos protocolos transversales para el acoso en instituciones educacionales, no hay Ley de Acoso Sexual Callejero [aunque se presentó una propuesta en marzo y la Comisión de Seguridad Ciudadana aprobó la idea de legislar], no está regulada la violencia obstétrica, no hay medidas preventivas en esos ámbitos”.

Específicamente sobre la Ley 20.480, que establece el Femidicio, Valenzuela explicó que “hoy día existen casos donde hay mamás que han visto como su hija es violentada tremendamente y, a pesar de que la mamá quiera denunciarlo, no puede porque tiene que hacerlo la víctima” y recordó el caso de Erika Rivera, quién fue asesinada a golpes por su pareja en 2013.

Otra coincidencia para ambas tiene que ver con la falta de educación en clave de perspectiva de género y en la necesidad de sensibilizar desde los colegios: “Es urgente que estos temas entren en los colegios. Los niños y las niñas no saben qué es la violencia de género, y a veces son niños de 18 años”, señaló Valenzuela. Por su parte, Rojas criticó que “en todo el sistema educativo chileno nos encontramos un sexismo naturalizado, tanto en los textos escolares como en el currículum oculto, que es el que se da en la sala de clase”.

A nivel institucional, no pasó por alto la violencia que también el Estado ejerce contra ellas: “Por ejemplo, la negativa del derecho a decidir de las mujeres si continúan o no con un embarazo. Estamos en un estado laico pero que está influenciado por morales eclesiales más que por el respeto a los derechos de las personas”, espetó la coordinadora de la Red.

Movilización nacional

El desafío es enorme y tiene que implicar los gobiernos, hombres y mujeres, quienes tienen que estar especialmente atentas porque, como indicó Soledad Rojas, “lo que vivimos nosotras es una cadena de violencia y está tan naturalizada que muchas veces nosotras mismas no la reconocemos”.

Para decir “basta”, desde la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres convocan esta tarde una movilización nacional bajo el lema #MujeresAlaCalle, con marchas en todo el país. “Esperamos mucha gente en las convocatorias de esta tarde y eso también nos hace pensar que hoy hay más consciencia que hace unos años y que la pega que se ha hecho no ha sido en vano”, concluyó Soledad Rojas. En la capital, la cita es a las 19:30h en Plaza Italia para llegar hasta Plaza Los Héroes.

Meritxell Freixas 


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