Un 9 de agosto de 1976, en Santiago, fue secuestrada por agentes de la DINA la profesora Marta Ugarte (43 años), en ese entonces, integrante del Comité Central del Partido Comunista (PC) en la clandestinidad.
Durante el gobierno de Salvador Allende, había sido secretaria de la diputada Mireya Baltra, encargada nacional de Educación del PC, y jefa provincial en Santiago de la Junta de Abastecimientos y Precios (JAP) de Dirinco.
Según consigna el Informe Rettig, tras ser raptada, Marta Ugarte habría sido trasladada, de acuerdo a varios testigos, al centro de detención de Villa Grimaldi, donde luego de sufrir brutales torturas y golpizas por parte de sus captores, le fue inoculada una inyección letal por parte de la enfermera militar Gladys Calderón, para asesinarla.
Los represores la trasladaron entonces, junto a los cuerpos de otros asesinados, todos envueltos en sacos y sujetados a rieles, hasta un helicóptero Puma, para ser arrojados al mar. En ese momento, uno de los agentes advirtió que uno de los sacos se movía: era Marta Ugarte, quien seguía viva.
Apurado por sus superiores, y con una frialdad escalofriante, el sujeto cortó uno de los alambres que ataban el trozo de riel al cuerpo de la profesora y la ahorcó. Cuando notó que ya no se movía, amarró rápidamente de nuevo el saco, mientras su jefe, el capitán del Ejército de Chile, Germán Barriga (fallecido en 2005), le gritaba apurándolo.
Esta última acción hizo que, una vez en el mar, el cuerpo de Marta Ugarte se desprendiera del riel, saliendo a la superficie y llegando, llevado por la marea, a la playa La Ballena, en Los Molles, Región de Valparaíso, donde fue encontrado por un vecino del sector. Era el 12 de septiembre de 1976.
La cobertura de la prensa
El hallazgo del cuerpo de Marta Ugarte, horrorosamente mutilado y con evidentes señales de participación de terceros en su muerte, fue presentado en un primer momento por la prensa de la época como un crimen pasional, en un claro intento por ocultar las acciones de los aparatos de seguridad de la Dictadura.
Los diarios El Mercurio, La Segunda, La Tercera y Las Últimas Noticias fueron parte de esta cobertura, que luego fue entregando varias teorías sobre el caso.
Primeramente, La Tercera publicó el 12 de septiembre de 1976, en su sección de crónica roja, la noticia del descubrimiento del cadáver de una mujer desconocida, encontrado por un pescador en la playa de La Ballena, en Los Molles, «que habría sido asesinada por varios delincuentes».
Por su parte, la periodista de El Mercurio, Beatriz Undurraga, publicó una nota que tituló: «Crimen en la playa de los Molles. Asesinada hermosa joven de 23 años, presumiblemente estrangulada y abandonada en la playa». Noticia burdamente tergiversada, pues Marta tenía 43 años y su cuerpo, terriblemente martirizado, no podía aparecer de ninguna manera joven ni bello.
Otro periodista, Pablo Honorato, escribió una noticia en el mismo sentido falso en Las Últimas Noticias.
El 14 de septiembre, publicó: «Hubo un crimen de estrangulamiento con un alambre a una joven desconocida de la zona, cuyo cuerpo fue encontrado desnudo en una playa solitaria, con señas de brutal violencia, con un alambre y un pañuelo (…) La teoría barajada, dice relación con la presencia de un peligroso maniático sexual».
Luego, con fecha 15 de septiembre de 1976, el mismo periódico afirma que los autores podrían ser drogadictos, pues la muchacha presentaba signos de haber ingerido estimulantes, por pinchazos en sus brazos que podrían corresponder a agujas utilizadas por drogadictos para inyectarse.
Por su parte, La Segunda señaló el 14 de septiembre de 1976 que «nadie reclama el cadáver» y que la mujer «tiene quebraduras en ambas muñecas y en las dos piernas, además de signos evidentes de golpes en la región de la pelvis, antecedentes que indican que después de ser estrangulada fue arrojada desde una altura determinada y posteriormente arrastrada hasta el lugar donde finalmente se produjo su hallazgo».
Finalmente, el 27 de septiembre de 1976, la identidad de Marta Ugarte fue reconocida en el Instituto Médico Legal por su dentista, el Dr. Luis Ciocca Gómez.
El odontólogo recuerda:
‘El viernes 24 (de septiembre) llegaron al Instituto Médico Legal las señoras Hilda Eliana y Berta, las cuales buscaban a su hermana Marta, de la cual no tenían noticias desde hacía casi dos meses y a la que no habían podido ubicar.
En el establecimiento fueron informadas por el Dr. Alfredo Vargas Baeza, a la sazón médico director del Servicio Médico Legal y profesor en la Universidad de Chile, que en las dependencias a su cargo había un cadáver no reclamado de sexo femenino pero que no había sido posible su identificación hasta el momento por los medios habituales debido a las condiciones en que se encontraba, sugiriéndoles la posibilidad de ubicar al odontólogo de su hermana y realizar un procedimiento identificatorio a través de la dentadura pues la del cadáver se apreciaba bien cuidada y con tratamientos dentales.
Precisamente se trataba del cuerpo maltratado de la mujer encontrada asesinada en la Playa la Ballena, caso que por esos días había alcanzado mucha resonancia en los medios de comunicación, todos controlados por la dictadura’.
Así se identificó a Marta Ugarte.
Según el informe de la autopsia, la profesora sufrió en vida una luxo fractura de columna, un traumatismo tóraxico abdominal con fracturas costales múltiples, ruptura y estallido del hígado y del bazo, luxación de ambos hombros y caderas, y una fractura doble en el antebrazo derecho, falleciendo finalmente por estrangulamiento el 9 de septiembre de 1976.
Fallo judicial
En noviembre de 2021, la Corte Suprema confirmó la condena de 18 agentes de la dictadura por el secuestro y asesinato de Marta Ugarte Román.
En la sentencia, la Segunda Sala del máximo tribunal condenó a Ricardo Lawrence Mires, Heriberto del Carmen Acevedo y Claudio Pacheco Fernández a 15 años de presidio como autores de homicidio calificado, y a 10 años de presidio como autores de secuestro calificado.
En tanto, Pedro Espinoza Bravo, José Ojeda Obando, Juvenal Piña Garrido, Víctor Manuel Álvarez Droguett, Orlando Altamirano Sanhueza, Guillermo Díaz Ramírez, Jorge Díaz Radulovich, Orlando Torrejón Gatica, Carlos Miranda Mesa y Carlos López Inostroza, recibieron una condena de 10 años de presidio como autores de secuestro calificado.
Por su parte, a Carlos Mardones Díaz fue sentenciado a 8 años de presidio como cómplice, mientras que Luis Polanco Gallardo recibió 5 años de presidio como encubridor de homicidio calificado.
Finalmente, el máximo tribunal condenó a Leónidas Méndez Romero y José Seco Alarcón a 5 años de presidio como cómplices de secuestro calificado, y a Emilio Troncoso Vivallos a 4 años de presidio como cómplice de secuestro calificado.
Más información sobre el caso de Marta Ugarte en el sitio Memoria Viva
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