Las isapres estaban a la espera de un decisivo fallo de la Corte Suprema y el pasado jueves se conoció: por cinco votos a cero, la sentencia de la Tercera Sala del máximo tribunal resultó desfavorable para las aseguradoras y frenó las alzas de precio de los planes de salud para los afiliados.
La Corte acogió los doce recursos presentados contra Consalud, Colmena, Cruz Blanca, Vida Tres, Banmédica y Nueva Más Vida, y ordenó detener el incremento de 7,6% aplicado por cada una de ellas en los planes base de atención.
Corte Suprema dejó sin efecto el alza de los planes base de isapres
En términos generales, la Tercera Sala del máximo tribunal determinó que estas isapres habían incurrido en un actuar ilegal y arbitrario al comunicar el aumento de los precios de los planes a sus afiliadas/os sin entregar antecedentes que lo justificasen. Agregando que sólo mencionan cifras genéricas o «elegidos ex profeso por la Isapre y que se refieren exclusivamente, además, a los años 2020 y 2021, pese a que el alza de que se trata abarca el período que media entre 2019 y 2021».
El sitio del Poder Judicial también señaló que «resulta imperioso recordar que, en un mercado que debiera ser competitivo también por los precios ofrecidos para la cobertura de prestaciones similares, ello no se logra cuando -como es de público conocimiento- todas las Isapres abiertas deciden aplicar como variación porcentual para todos sus planes de salud, salvas las excepciones legalmente establecidas, el guarismo fijado en la Resolución Exenta N° 352 de la citada Superintendencia [de Salud]».
Considerando diversos hechos, el máximo tribunal dejó sin efecto el incremento del costo de los planes de las Isapres recurridas, dejando vigente el valor anterior a tal alza representado en UF. También, ordenó a la Superintendencia de Salud disponer las medidas administrativas para que el dinero cobrado indebidamente se restituido como excedente de cotizaciones para quienes sigan afiliados en el mismo u otro plan de tales entidades.
Por último, se indica que el Secretario de la Corte Suprema oficiará a todas las Cortes de Apelaciones que estén conociendo recursos de protección referidos a este motivo con el propósito de agilizar su tramitación en función de la jurisprudencia recién establecida.
¿Isapres al borde de la quiebra?
Desde la industria, consideran la judicialización por el alza de planes de isapres como una de las principales causas de la crítica situación financiera en la que se encuentran las compañías.
El pasado miércoles, el presidente de la Asociación de Isapres, Gonzalo Simón, se presentó ante la comisión de Salud del Senado, y estimó para 2022 que, en caso de que la resolución no les favoreciera -lo que finalmente ocurrió- debería desembolsar $34 mil millones en costas judiciales, mientras que el no poder reajustar planes implicaría pérdidas por otros $14 millones, totalizando $48 mil millones de merma en el proceso de adecuación.
Incluso en declaraciones previas, ofrecidas a Radio Concierto el 16 de agosto, Gonzalo Simón, advirtió que los problemas en el sistema «hacen inminente una quiebra del sector», por lo que llamó al Gobierno a trabajar en conjunto para enfrentar la situación.
En específico, indicó que el sector percibió millonarias pérdidas durante el primer semestre del año: 73 mil millones de pesos.
«En los últimos 18 meses, el sistema ha tenido un déficit de 222 mil millones de pesos, lo que equivale al superávit de los cuatro años anteriores», dijo a la emisora Simón.
El representante de las Isapres añadió que «los precios estuvieron congelados desde el año 2020 hasta junio de 2022. En 2020 se produjo una baja en las atenciones porque se concentraron los esfuerzos en enfrentar el Covid. Pero en 2021 se volvió a la normalidad y la gente que no pudo atenderse se puso al día».
En esa línea, Simón aseguró que los «problemas en el sistema hacen inminente una quiebra del sector»: «Nos parece muy importante trabajar con el Gobierno y plantear una transición entre la situación actual y el nuevo modelo de la mejor forma posible, causando el menor daño posible a todas las personas que hoy están en tratamiento. Esperamos que la mesa se instale lo antes posible, porque vemos que los problemas que tiene el sistema hacen inminente una quiebra en las próximas semanas», reiteró.
Camilo Cid, director de Fonasa, se refirió al tema en entrevista con La Tercera desestimando que las isapres se encuentren en una situación terminal.
“Obviamente que preocupa, en el sentido de que son instituciones que están participando en la seguridad social de salud. El contingente de los 3,3 millones de personas que están cubiertos por las isapres son chilenos que pagan su 7%”, dijo admitiendo la compleja contingencia que no visualiza como una situación que amenace el sistema.
En este sentido, Cid dijo que las isapres “han tenido pérdidas en 2021 y las están teniendo en 2022, pero hay que guardar las proporciones. En sus más de 30 años de existencia han tenido muy buenos años. Entiendo que son seguros que calculan sus ingresos y gastos no en un año, sino en el largo plazo. Por otro lado, hay resguardos en la legislación para las isapres, como las garantías financieras que estas empresas deben tener por mandato de la Superintendencia de Salud. Tienen dificultades, pero no veo una quiebra inminente de las isapres”.
Ganancias por integración vertical
Frente a la advertencia de inminente quiebra por parte de las isapres, el exconstituyente por Magallanes y abogado, Mauricio Daza, destacó que dicho anuncio se produce a escasas dos semanas de que se realice el Plebiscito de Salida del próximo 4 de septiembre.
Asimismo, el Magister Derecho Penal y Procesal Penal UDP, cuestionó que estas empresas alerten a la opinión pública sobre una sobre supuesta “crisis” después de haber experimentado décadas con multimillonarias ganancias y que en los análisis de la situación que atraviesan en la actualidad, se «omita su integración vertical con clínicas privadas: dinero que “pierden” por Isapres lo reciben por pagos a sus clínica».
La integración vertical en las Isapres ha permitido que, a pesar de que la ley es clara en que solo deben financiar prestaciones y beneficios de sus afiliados, la industria pueda abarcar el paquete de Salud completo: clínicas, centros de salud o laboratorios.
Esto se logra sin que las Isapres estén detrás de la propiedad, sino a través de los holdings a los que pertenecen sus mismos dueños y que agrupan a las aseguradoras de salud y los recintos asistenciales.
Terminar con la integración vertical taería beneficios a los usuarios
En octubre de 2020, los cálculos de tres economistas chilenos, Ignacio Cuesta (Stanford), Benjamin Vatter (Northwestern) y Carlos Noton (U. de Chile), evidenciaron que la brecha de precios no se explica por el traspaso de eficiencias derivadas de la integración, sino que se debe a que las empresas integradas tienen incentivos para cobrar más caro en las clínicas con las que no hay un vínculo de propiedad.
En las conclusiones de la investigación —titulada ‘Integración Vertical entre Hospitales y Aseguradoras’—, obtuvieron como respuesta que los usuarios serían beneficiados si se pone fin a tal integración vertical entre isapres y clínicas.
En el estudio evaluaron a seis clínicas integradas que representaron el 35% de las atenciones hospitalarias en el período analizado.
La conclusión a la que llegaron los especialistas es que al prohibir la integración vertical se aumenta el bienestar de las personas, impulsado en gran medida por la reducción de la brecha entre los precios de las clínicas integradas y no integradas.
Para la fecha de la publicación del estudio (octubre de 2020) los economistas plantearon que terminar con la integración vertical entre isapres y clínicas implicaría beneficios en torno a los US$ 146 millones por año, refiere un artículo publicado por el portal de Miradas Mipp y el diario El Mercurio.
Esto se explicaría «por la combinación de una ganancia de US$ 94 millones en favor de los usuarios, una baja de US$ 46 millones en las ganancias de las clínicas y un aumento de US$ 98 millones en las ganancias de las aseguradoras».