¿A qué le teme la Derecha?

Después de la derrota que sufriera la Derecha el 15 y 16 de mayo en la elección de los delegados a la Convención Constituyente, ésta ha venido desarrollando una intensa y sostenida campaña que busca generar en el país la sensación de inseguridad, de miedo al futuro, de incertidumbre.

¿A qué le teme la Derecha?

Autor: Absalón Opazo

Por Luis Mesina

Después de la derrota que sufriera la Derecha el 15 y 16 de mayo en la elección de los delegados a la Convención Constituyente, ésta ha venido desarrollando una intensa y sostenida campaña que busca generar en el país la sensación de inseguridad, de miedo al futuro, de incertidumbre. La Derecha chilena es especialista en generar estos escenarios.

Con El Mercurio a la vanguardia, tratan de incidir en la opinión pública. Tienen éxito en alguna medida, la mayor parte de la televisión abierta, que aún logra capturar una de las mayores audiencias, se subordina a su estrategia del temor y la incertidumbre. La Derecha tiene el control de los medios de comunicación y esa es una ventaja importante para el desarrollo de su propaganda. En esta práctica, además, tienen experiencia, lo hicieron con resultados trágicos para nuestro país antes de que asumiera Salvador Allende en 1970, cuando comenzaron la conspiración.

Desde el golpe militar a la fecha han tenido el predominio del poder sin contrapesos y han configurado un país y un Estado descaradamente al servicio de una minoría. La Derecha chilena no acepta la expresión democrática. No están dispuestos a reconocerse como minoría y esta vez sienten que pueden perder la hegemonía que por casi medio siglo han mantenido sin contrapesos. Insisten e insistirán en señalar que sacaron al país de la pobreza. Claro, comparados con los indicadores que teníamos bajo la tiranía cívico militar, de la cual formaron parte, es cierto que los indicadores han mejorado; pero, ocultan que al mismo tiempo se produjo la más alta desigualdad social y económica en el país.

¿Cómo no entender las causas del estallido de octubre? La revuelta es la expresión de la profunda injusticia social. Ahora bien, el escenario se les torna complejo. La candidatura con mayor arraigo popular es la de Daniel Jadue. En un contexto donde han sufrido pérdidas importantes, en las gobernaciones, en alcaldías emblemáticas como la de Santiago, Viña del Mar, Maipú, Ñuñoa y Valdivia el panorama para este sector no se ve auspicioso.

Es por ello que hoy echan mano a la vieja política del anticomunismo que durante la guerra fría daba resultados: hoy la desempolvan y vuelven a la carga. Pero cabe preguntarse si tendrá el mismo efecto, en especial si se toma en cuenta que la mayoría de la población que hoy puede incidir en las transformaciones no vivió esa etapa de la historia, por lo que el fantasma del comunismo, por lo menos a las mayorías, no les hace ruido.

La confirmación de aquello es la elección de la flamante alcaldesa de Santiago, Iracci Hassler. Si se atrevieron a votar por ella, confrontada nada menos que a un Alessandri, es porque el pueblo ya no cree en estereotipos trasnochados de la Derecha chilena.

Lo cierto es que los temores de la Derecha criolla no devienen solo ante la eventualidad de que un comunista llegue al poder, hay más cosas en juego. Es el temor a que la ciudadanía en su afán de recuperar derechos, instale a Jadue en la Moneda y exija respuestas concretas a las demandas por la recuperación de derechos sociales. Ello implicará acabar definitivamente con las AFP, las Isapres, el plan laboral y reconfigurar un Estado verdaderamente democrático, con libertad y justicia social, lo que inexorablemente hará perder a la Derecha chilena los privilegios y el predominio que sobre el Estado ha mantenido durante más de doscientos años.

Hoy, parece acercarse el momento de que esta injusta situación verdaderamente llegue a su fin.

A eso teme la Derecha.


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