#Aborto3Causales: Proyecto encarará nueva carrera de obstáculos en Sala del Senado

La instancia aprobó por tres votos a favor y dos en contra la despenalización del aborto en tres supuestos básicos. Ahora la iniciativa pasará a la sala del Senado, donde parece que las aritméticas no suman, por ahora, suficientes apoyos.

#Aborto3Causales: Proyecto encarará nueva carrera de obstáculos en Sala del Senado

Autor: Meritxell Freixas

Cinco senadores, todos ellos hombres, debatieron esta tarde en la sala 1 del Senado la idea de legislar sobre el proyecto de despenalización del aborto en tres causales (inviabilidad fetal, riesgo para la madre y violación). Gracias a los votos de tres de ellos –Jorge Pizarro (DC, en sustitución de Pedro Araya), Alfonso de Urresti (PS) y Felipe Harboe (PPD)– la propuesta salió adelante, superando los dos votos en contra de los conservadores Alberto Espina (RN) y Hernán Larraín (UDI).

El proyecto, que el pasado mes de septiembre fue despachado en la Comisión de Salud de la misma Cámara, llevaba desde entonces bloqueado en la Comisión de Constitución, donde se sometió a un profundo y extenso debate con más de 35 académicos y expertos que aportaron a la discusión.

Como invitados, acudieron a la cita la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual y la ministra Secretaria General de la Presidencia, Paula Narváez, junto a los abogados Verónica Undurraga, Yanira Zúñiga, Miguel Ángel Fernández, Álvaro Ferrer, Alex Van Weezel y Patricio Zapata.

También siguieron el debate en vivo varias organizaciones sociales, de salud y en defensa de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres como la Corporación Miles, el Movilh,  la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (FENPRUSS) o la Confederación Nacional de la Salud Municipal (Confusam).

La luz verde de este lunes permitirá que el proyecto impulsado por el Ejecutivo siga el arduo y latoso camino que aún le queda para asegurar el derecho de las mujeres a interrumpir un embarazo no deseado en tres supuestos muy concretos.

Una carrera de muchos obstáculos

Tras la votación de hoy en segundo trámite parlamentario, la iniciativa pasará a a la Sala del Senado para su votación en general, y luego de eso volverá a la Comisión de Constitución para su debate y votación en particular.

A pesar de que previo a la votación, varias organizaciones y senadores solicitaron al Gobierno que se le brinde discusión inmediata a la tramitación del proyecto para que pueda votarse esta semana en sala, será el Ejecutivo quien tendrá la última palabra para decidir acelerar o no su votación.

Las barreras que tendrá que superar la propuesta no son pocas. De partida, la bancada opositora ya anunció que, de prosperar la iniciativa en sala, enviarán el proyecto al Tribunal Constitucional, pues -a su parecer-, va en contra de los principios constitucionales: «Queremos que la legislación proteja la vida y este proyecto lo que hace es romper ese principio, rompe la coherencia de nuestro ordenamiento y por lo tanto este es un proyecto que obviamente habría que cambiar todo nuestro ordenamiento para aprobarlo y no creo que eso se justifique», anunció el senador Hernán Larraín.

Aborto

Junto con eso, hoy por hoy, los votos en el Senado no suman los 25 legisladores necesarios (2/3 del quórum disponible) para aprobar el proyecto. Más allá de que en las bancadas de la UDI y RN la tienen clara, hay por lo menos cuatro de los senadores DC que, hoy por hoy, no dan la aprobación del proyecto: Ignacio y Patricio Walker, Andrés Zaldívar y Antonio Matta. Aún contando con el apoyo de éstos, los votos asegurados del oficialismo -junto con el voto de la senadora Lily Pérez (Amplitud) y Alejando Navarro (PAIS)- quedarían a un punto de conseguir los 25 necesarios.

Si con equilibrios y malabares que aún desconocemos cómo se podrían llegar a dar, la Sala lograra aprobar el proyecto de interrupción del embarazo, la discusión en particular se vendría igual peluda porque habría que revisar artículo por artículo qué se rechaza o aprueba. Un proceso que sería fuertemente debatido por la controversia que provoca la causal de violación en los sectores más conservadores de la democracia cristiana, que defienden que una mujer tiene que parir el hijo de su propio violador.

Finalmente, los artículos rechazados pasarían a Comisión Mixta donde serían revisados en los nudos conflictivos y, posteriormente, se enviaría un informe que sería votado tanto por la Cámara de Diputados como por el Senado.

La cuesta se viene angosta. A pesar de que las diputadas de la Nueva Mayoría insistieron en varias ocasiones en que el proyecto de despenalización del aborto debe ser aprobado antes de que termine el gobierno de Michelle Bachelet, es decir, en los próximos 11 meses, parece que las aritméticas alejan cada vez más los objetivos.

Diputados antiabortistas en acción

La votación en la Comisión de Constitución coincidió con el lanzamiento de la «Bancada por la Vida», una iniciativa sostenida por una cuarenta de diputados que busca presionar para frenar el proyecto de despenalización del aborto en los tres supuestos esenciales y básicos.  

Según los legisladores, el objetivo es comprometerse a respetar «toda vida humana, desde la concepción hasta su muerte natural», además de rechazar todo proyecto de ley que acepte o suponga «cualquier tipo de práctica abortiva».

Entre los dirigentes que han firmado la declaración se encuentran senadores y diputados de Chile Vamos, como los UDI Javier Macaya, Ernesto Silva, Jaime Bellolio y Jacqueline van Rysselbergue; y los RN Francisco Chahuán y Baldo Prokurica.  

Los DC Jorge Sabag y Mario Venegas, así como el PPD Cristián Campos, también se mostraron contrarios a la propuesta incluida en el programa de Gobierno de Bachelet, y decidieron dar su apoyo a la iniciativa contra el aborto.

Meritxell Freixas

@MeritxellFr


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