En entrevista con Radio Cooperativa, el profesor del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile y subdirector del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, René Garreaud, llamó «a no bajar los brazos» luego del informe emitido por el Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) sobre el calentamiento global.
El reporte señaló que si en la Tierra se mantiene el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura global aumentará 2,7 grados a finales del siglo 21 respecto a la media de la era preindustrial, lo cual acarrearía eventos climáticos extremos tales como sequías, inundaciones y olas de calor. Asimismo, el índice está lejos del objetivo fijado por el Acuerdo de París, que recomendaba limitar la subida a 1,5 grados centígrados.
Al respecto, Garreaud planteó que «si bien la micro va a avanzando en cierta dirección y los 1,5 grados están a la vuelta de la esquina, los 2 grados están un poco más lejos y ahí es donde todavía hay espacio, no podemos bajar los brazos».
«El futuro de las próximas décadas todavía recae en nuestras manos y tenemos que tratar de que los líderes negativos se vayan y que empiecen a aflorar los líderes positivos y nuestro esfuerzo individual y grupal», agregó el académico, recalcando que «las sociedades tienen que presionar a los gobernantes para que coloquen normas, porque las empresas no le hacen mucho a la autorregulación».
Recordemos que se acuerdo al último reporte global, mantener la actual situación, en la que la temperatura global es como media 1,1 grados más alta que en el periodo preindustrial (1850-1900), no sería suficiente: los científicos prevén que con ello se alcanzaría un alza de 1,5 grados en 2040, de 2 grados en 2060 y de 2,7 en 2100.
En esa línea, Garreaud enfatizó que «no solamente tenemos que mitigar y hacer nuestros mejores esfuerzos, sino que también que estar conscientes de que el proceso está ocurriendo y que la adaptación ocurre en todos los niveles, desde que uno cuida los recursos de su casa o sus comunidades, a que las naciones empiecen a adaptarse. Uno ve que eso ya lo estamos viendo», cerró el experto.