Finalmente, el 24 de febrero de 2024 se concretó el cese de las operaciones de la fundición Paipote, perteneciente a la Empresa Nacional de Minería (Enami).
Recordemos que la medida estaba anunciada para 2025, pero el Gobierno del Presidente Boric decidió adelantarla para 2024.
La planta, ubicada en la Región de Atacama y con más de 70 años de operaciones, será reemplazada por una nueva que actualmente se encuentra en evaluación de su estudio de impacto ambiental.
En el aspecto laboral, el vicepresidente ejecutivo de la empresa, Iván Mlynarz, aseguró que tras el cierre, serán desvinculados «menos de 500 trabajadores, con acuerdo entre las partes», anunciando que la empresa «va a hacer un esfuerzo significativo para que sus salidas sean en buenas condiciones».
«Tenemos un compromiso con nuestros trabajadores de que las desvinculaciones no se producirían en ningún caso antes del mes de mayo», enfatizó Mlynarz.
Sin embargo, hay dudas y críticas. Una de ellas es la incertidumbre de si efectivamente la empresa concretará la construcción de una nueva planta de fundición; y otra, los cuestionamientos por el debilitamiento de la capacidad del Estado de Chile para agregar valor al proceso de extracción y comercialización del cobre.
Sobre este último punto, el abogado Mauricio Daza señaló que, justamente, con el cierre de Paipote el Estado «reduce considerablemente su capacidad para agregar valor al proceso de extracción y comercialización de Cobre».
Daza dijo además que el proyecto para reemplazarla «es solo eso», y además, «es cuestionado en diferentes frentes, incluso dentro del gobierno».
En la misma línea, el diputado Jaime Mulet, en una carta dirigida al Presidente Gabriel Boric, manifestó que «no fundir y refinar en Chile es un mal negocio para el país».
«Nos hacer perder parte de la renta de la minería, de la propia fundición y refinería de cobre, oro, plata y de los 11 otros elementos que hoy se capturan y que no se pagan en el concentrado», planteó el parlamentario.
Asimismo, resaltó que la decisión «nos hacer perder relevancia en el mercado del cobre y quedar sometidos al poder incontrastable de China en los precios de FURE (Fundición y Refinación), nos hace ser irrelevantes en el mercado del reciclaje del cobre cada vez mayor, nos hacer perder oportunidades de desarrollo tecnológico y de innovación en un área en que fuimos líderes», enfatizó.
¿Habrá nueva planta?
Otra incertidumbre planteada por el diputado Mulet tiene que ver con los plazos que se manejan para la construcción de la nueva planta que reemplazará a la antigua fundición.
Para el legislador, «no se ha garantizado la construcción de la nueva fundición, ya que aún no tiene aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), no está claro el financiamiento para su construcción y aún están pendientes estudios pre-inversionales».
«Sé que usted Presidente tiene la voluntad de construir la nueva fundición, pero su gobierno se acaba el 11 de marzo del 2026, y desgraciadamente no puede garantizar la construcción de la nueva fundición. Los tiempos políticos no dan», añadió Mulet en su carta a Gabriel Boric.
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«Catástrofe laboral»
Como una «promesa incumplida» y una «catástrofe» para Atacama calificaron los trabajadores de Enami la decisión del Gobierno de terminar con las actividades de la fundición Paipote.
El presidente del Sindicato de Trabajadores n°1, Eduardo de la Barrera, dijo a El Ciudadano que la paralización se anunció antes de contar con la autorización para construir la nueva planta, la cual aún está en etapa de evaluación. Por lo tanto, podría ocurrir que el proyecto finalmente sea rechazado, algo que ya intentó en su momento el exsubsecretario de Minería, Willy Kracht.
«A contar del anuncio tienen 90 días para cerrar y no hay nada claro todavía. La nueva fundición está en pañales y la implementación significan cinco o seis años más», dijo el dirigente sindical.
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