La sombra de Agustín Edwards Eastman, quien falleció hoy a los 89 años, oscureció la vida de Chile, al menos en los últimos 50 años. Por ello aquí sacamos a la luz parte del millonario imperio que poseía el dueño de El Mercurio en el sur, en la Región de Los Ríos.
La isla Illeifa (foto 1) está en el lago Ranco, comuna de Futrono, y es propiedad de este personaje que fue artífice del golpe militar contra Salvador Allende en 1973. Este es un paisaje privilegiado: senderos, cuidados jardines y centenarios árboles nativos flanquean a la mansión emperifollada al estilo británico (2). Un cristo asoma en la cumbre del cerro (3) para espantar a los malos espíritus, práctica que se reitera en todos los fundos del quinto Agustín de la dinastía Edwards (4).
Muy pocos han sido los favorecidos con el privilegio de caminar por la isla del hombre cuyo diario nunca aportó a la democracia en Chile. Al terreno, que se accede sólo por helicóptero y lancha, debías ser invitado expresamente por su dueño. Además los carteles que dicen “recinto privado” hacen nata en la orilla (5).
También ostenta una guardería náutica (6), donde alberga un sinnúmero de lanchas y botes.
Además, el informante de la CIA construyó el mejor muelle del lago (7), cuyas instalaciones abrigan a dos vapores (8) que fueron cuidadosamente restaurados por expertos artesanos navieros. Asimismo edificó un gran mástil, cuya bandera al estar izada indicaba la presencia de este traidor, símbolo del periodismo de derecha en el Cono Sur (9).
Edwards, criador y ganadero por excelencia, transformó la Compañía Agrícola Chilena en el Criadero Santa Isabel (10), donde producía caballos chilenos y otras especies fina sangre (11 y 12 ), ya que fue el presidente histórico de la Federación de Criadores de caballos chilenos.
El rubro lácteo tampoco escapó a las inversiones del amigo de David Rockefeller; Edwards mantenía miles de vacas lecheras en la veintena de fundos que maneja entre las comunas de Paillaco y Futrono (13). No está de más decir que todos los habitantes de la zona saben que las estacas con punta celeste son las que demarcan las propiedades de este magnate mediático, cuyo medio de comunicación se confabuló con los crímenes de lesa humanidad en Chile.
Texto e imágenes: Mauricio San Cristóbal M.