El pasado sábado 26 de junio, vecinos y vecinas de Algarrobo se reunieron para realizar una jornada de limpieza y reforestación en defensa del Pillán Wechún (península sagrada), también conocido como Punta Fraile, ante la inminente amenaza de un nuevo megaproyecto inmobiliario.
«Este territorio tiene enorme importancia cultural e histórica para Algarrobo, no solo es uno de los pulmones verdes principales del centro de la comuna, que recibe muchos visitantes todo el año, y alberga una gran cantidad de especies de flora y fauna nativas y endémicas, sino que también es un espacio ceremonial de la comunidad Chango-Lafkenche Tralka Lafken. Lo último debido a su constelación dentro del territorio mayor, desde ese lugar se puede ver tanto la Cordillera de la costa (cerros la Campana y el Roble) como la Cordillera de los Andes (cerro el Plomo), además del mar y las Islas San Pedro (Isla de los Pingüinos apropiada por la Cofradía Náutica) y la Peñablanca, ambas sitios de sepultura indígenas», contaron los vecinos y vecinas a El Ciudadano.
Esta autoconvocatoria se realizó en el marco de la preocupación ciudadana por la falta de una planificación territorial digna de los tiempos de crisis ambiental y climática actual. En el caso específico de Algarrobo, «con una letárgica actualización del plano regulador (aún en proceso) y una abismante depredación por parte de la industria inmobiliaria en una comuna con serios problemas de vialidad y crecientes problemas de escasez hídrica», advierten los vecinos.
«La acción y el llamado son claros: defenderemos y protegeremos nuestras áreas verdes, espacios vitales para la comunidad. Hacemos una invitación a seguir reforestando y creando la comuna y la calidad de vida que queremos heredar a generaciones futuras. También a estar atentos y atentas a los avances extractivistas que pretenden continuar instalándose en Algarrobo, comuna saturada de inmobiliarias que ponen en riesgo el abastecimiento hídrico», concluyeron los participantes de esta jornada de trabajo por el medioambiente.