A partir del reportaje publicado por El Ciudadano el 3 de febrero pasado sobre las irregularidades en las expulsiones de estudiantes de la Universidad Andrés Bello (Unab), nuestro medio recibió una nueva denuncia de parte de un alumno de Ingeniería Geológica, esta vez por deficiencias en la carrera.
El universitario -a quien nombraremos como «José Pérez»- ingresó el año 2014 a la facultad de Ingeniería del Campus República junto a otras 75 personas. «José» acusa negligencias por parte de las autoridades y directivos de la Unab.
En primer lugar, comenta que siempre fue planteada como una carrera que estaba en el mercado. En ese sentido, dice que les hablaron del amplio campo laboral que tiene y de las aspiraciones profesionales que esta ingeniería poseía. Sin embargo, a la fecha existen solamente dos egresados y se encuentran sin trabajo, según el estudiante.
Soluciones tras la toma de 2016
En el año 2016 los alumnos de la Unab se tomaron varias dependencias de la institución, pidiendo respuestas al acceso de la gratuidad y la reestructuración del Departamento de Ayuda al Estudiante (DAE), hoy llamada Dirección General de Desarrollo Estudiantil (DGDE). Además, demandaron la reinvención de distintas carreras -incluyendo Ingeniería Geológica- y sus mallas curriculares, según una nota publicada por El Mostrador el mismo año.
Una de las resoluciones -con la cual se dio fin a la toma- fue el “acuerdo de ingenierías”, que comprendió a la totalidad de carreras de la facultad de Ingeniería de la Unab. Asimismo, pactaron la contratación de profesores de planta y la asignación de recursos para becas destinadas a beneficiar al alumnado, según explica «José».
Del mismo modo, específicamente para la carrera del denunciante, el compromiso fue el de contratar docentes de manera fija, porque el único que contaba con esta categoría era el director de carrera. Cuenta el universitario que dicho profesional hacía las partes de académico, director y era guía de todos los memoristas.
No obstante, la Unab “introdujo una letra chica”, de acuerdo a lo que plantea, y contrataron a un profesor de Geología en vez de un ingeniero. Según los directores de la universidad, en el petitorio no se especificó la profesión del impartidor requerido, lo que no impidió que un geólogo fuese contratado de planta, explicó el estudiante. Igualmente, dijo que ellos como ingenieros geólogos tienen áreas totalmente diferidas con los geólogos, con algunas excepciones.
Reestructuración de Ingeniería Geológica
Respecto a la reestructuración de la malla curricular, el estudiante indica que los directivos de la facultad de ingeniería tuvieron como idea principal el cambio de nombre. También, con la transformación de las asignaturas, comenzó la supuesta reconstrucción de la carrera, mencionó el universitario.
En el 2017 se vieron estancados los cambios en la carrera, indica José. A mitad de año, se les informó a los estudiantes que la Unab había cerrado la matrícula para trabajar en la remodelación de Ingeniería Geológica.
No obstante, mientras ocurría la redistribución, comenzaron a circular “rumores de pasillo” referentes al cierre total de la carrera, advierte José. Tras esto, muchos universitarios decidieron retirarse de la carrera, a través de cambios internos en la Unab u a otras instituciones. Luego de la migración masiva, quedaron cerca de 27 personas estudiando la ingeniería en total, señala el estudiante Unab, quien agrega que ese fue el “punto crítico”.
Escasez de profesores
Ya en el 2018 las autoridades le notificaron a la comunidad estudiantil que estaban trabajando para ellos y que pronto tendrían la esperada malla nueva, narra José. A pesar de ello, comenzó un problema por falta de docentes para ramos. “Nunca se contrató a un profesor”, apunta. La respuesta de los altos mandos de la universidad fue que el director de carrera debía responder a ese asunto, pero el Centro de Alumnos tuvo que hacer las gestiones para conseguir catedráticos.
Igualmente, se sumó la preocupación por no tener electivos de formación profesional, señala José. Además comenta que cursó el ramo de Geomecánica -que es la base de su carrera- y fue solamente un libro (Ingeniería Geológica de Luís I. Gonzáles de Vallejo). «Esas fueron mis clases», sentencia el universitario.
A su vez, a fines de 2018 se realizó una reunión entre el Centro de Estudiantes, el Decano y el Jefe de Carrera. En dicha cita, la respuesta de los directivos fue que la carrera se cerraría y que debían preocuparse de terminar sus estudios, asegura Pérez. De igual manera, concluye que para el 2023 o el 2024 el plan es abrir la carrera de Ingeniería Geotécnica en la Unab.
En el 2019 esto se puso cada vez peor y costó cada vez más conseguir maestros, sostiene el estudiante. La universidad controlada por Laureate le explicó al alumnado que si solo habían 5 o 6 inscritos para una cátedra, a los docentes le pagan la mitad del sueldo por impartir la clase.
José señala igualmente que en el sistema de la Unab aparecía por definir al instructor de cada clase y que al llegar al aula no encontraban a algún profesional que les dictará el ramo. “Yo el primer semestre del 2019 lo perdí entero”, dice. apuntando que los únicos ramos que tuvo fueron los de Geología.
Listos para el cierre
En otro orden de cosas, en el segundo semestre de 2019 se les informó a los universitarios que sería el último año en el que se impartirían las clases de tercer año de la carrera. Los directivos señalaron que, respecto a los alumnos que se atrasen, “ellos pueden ver que hacen”, como indica el universitario.
Respecto al costo de la carrera, aunque esta va a ser cerrada, Pérez advierte que el arancel y la matrícula sigue subiendo su valor, alcanzando los cerca de cinco millones de pesos.