Este viernes, Luis Almagro, el secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en unas polémicas declaraciones, no descartó «una intervención militar» en Venezuela, generando de inmediato un amplio rechazo no sólo en dicho país, sino que en toda la región.
«En cuanto a intervención militar para derrocar al régimen de Nicolás Maduro, creo que no debemos descartar ninguna opción», fueron las palabras utilizadas por Almagro en una rueda de prensa dada en Colombia.
Primeramente,fue la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, quien respondió a través de su cuenta de Twitter: “Almagro pretende revivir los peores expedientes de intervención militar imperialistas en nuestra región, cuya estabilidad está seriamente amenazada por la demencial actuación de quien usurpa de forma desviada y abusiva la secretaría general de la OEA”.
Posteriormente, once de los países que integran el Grupo de Lima, entre los que está Chile, se desmarcaron de las declaraciones de Luis Almagro. A través de un documento, divulgado por la cancillería peruana, expresaron su “preocupación y rechazo a cualquier curso de acción o declaración que implique una intervención militar o ejercicio de la violencia, amenaza o uso de la fuerza en Venezuela”.
Salvo Canadá, Colombia y Guyana, el resto de los miembros del bloque de países formados en 2017, firmó la misiva. Antes, el gobierno boliviano ya había expresado su molestia y rechazo a las palabras del Secretario General de la OEA. El presidente de la nación andina acusó a Almagro de ser un “funcionario de Trump”, dejando de lado su rol a la cabeza de la organización.
En Chile, Esteban Silva, representante del Movimiento Democrático Popular (MDP) que integra el Frente Amplio, pidió la destitución del funcionario por su “grave llamado a intervenir militarmente en contra del gobierno democrático del Presidente Maduro”.
En sus declaraciones, Silva agregó que hacer el llamado desde Colombia, país “de extrema derecha” y que tiene un conflicto abierto con Venezuela, es una doble falta: “Todas las y los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe en la Celac, adoptaron resoluciones para garantizar que América Latina sea una zona de paz y sin guerras”.
En este contexto, dijo, el llamado de Almagro a la violencia atenta contra estos principios y los de la autodeterminación y solución pacífica de los conflictos.
Fuente: Radio Universidad de Chile