“La cifras dan cuenta de una importante caída en los ingresos del trabajo, sobre todo en los hogares más vulnerables”, señaló durante la presente jornada la subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, ante la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputadas y Diputados.
La representante del Gobierno expuso de esta manera los resultados de la Encuesta Casen en Pandemia 2020, denominada como “Una hoja de ruta para enfocar la etapa de recuperación”. El informe arrojó que la cantidad de personas en situación de pobreza en Chile se incrementó de un 8,6%, en 2017, al 10,8%, en 2020, cifra que sitúa al país en un nivel de pobreza similar al del año 2015, según lo indicado por la autoridad.
“La pobreza creció a nivel nacional en 6 de las 16 regiones de manera estadísticamente significativa: Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso, Metropolitana y Magallanes. Esto, debido a la importante caída de los ingresos del trabajo en los hogares más vulnerables que, si bien estuvo contenida con los subsidios monetarios, no logró revertirse en mucha de la población de nuestro país”, agregó la subsecretaria.
Asimismo, la personera indicó que la pobreza extrema aumentó de 2,3% a 4,3% en 2020, es decir, se duplicó, siendo las regiones más afectadas las de Arica y Parinacota, Tarapacá, Valparaíso, Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía y Los Ríos.
Respecto a la tasa de pobreza migrante, esta también se incrementó considerablemente de 10,8% a 17%, aumento que fue más considerable en aquella población que lleva más de cinco años en Chile.
Recordemos que la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) es la principal consulta que se levanta en Chile para evaluar el impacto de los programas sociales en las condiciones de vida de la población, con el propósito de contribuir a mejorar la eficacia y eficiencia de la política social.
En esa línea, la subsecretaria Candia explicó que la Encuesta Casen en Pandemia 2020 no contó con un indicador sintético de pobreza multidimensional, debido al contexto en que fue levantada, por lo que solo evaluaron las carencias en materia de asistencia, rezago, escolaridad, malnutrición, adscripción al sistema de salud, atención en salud, ocupación, seguridad social, jubilaciones, hacinamiento y servicios básicos.
En otros aspectos, la encuesta especificó que el ámbito de ocupación aumentó de manera sustantiva a un 20 % en el primero y segundo quintil, debido a que gran parte del porcentaje de hogares tenía integrantes mayores de 18 años sin empleo. También, aumentaron los hogares con jefatura femenina de manera transversal, pero especialmente en los quintiles de menores ingresos.
Finalmente, la subsecretaria indicó que “las cifras indican una baja en materia de hacinamiento, el que disminuyó un 4,8 %”. Sin embargo, explicó que ello “tiene explicaciones que van acompañadas de un fuerte componente de campamentos, por lo cual hay que mirarlas con cautela”.
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