Este 27 de febrero se realizará en el Palacio de La Moneda uno de los últimos actos del saliente gobierno de Michelle Bachelet, al finalizar la recepción de los terrenos donados por las fundaciones de Douglas Tompkins al Estado de Chile para crear la red de parques nacionales de la Patagonia.
Este histórico avance para la protección ambiental terrestre de la Patagonia chilena, sin embargo tiene su “esqueleto en el armario”: La engañosa creación del área marina costera protegida de múltiples usos (AMCP-MU), surgida como una respuesta política-comunicacional de última hora frente a la defensa de las comunidades nómades canoeras de su mar ancestral (“Kawésqar Waes) en la región de Magallanes y Antártica chilena.
Esta “AMCP-MU de papel” -diseñada estratégicamente por el autodenominado Consejo de Ministros de la Sustentabilidad (sic)- no protegerá los prístinos ecosistemas acuáticos, ni la extraordinaria biodiversidad marina patagónica. El despojo del mar a los Kawésqar elimina la base material de la identidad, cosmovisión y las actividades ancestrales de pesca, caza y recolección de este pueblo nómade canoero que habita desde hace 6.000 años el archipiélago occidental patagónico.
Tampoco el texto menciona los abundantes sitios de importancia cultural, arqueológicos y antropológicos vinculados a las actividades de asentamiento temporal, desplazamientos, recolección, pesca y caza, así como los sitios de importancia funeraria y tabú, constituyendo un nuevo paso en el histórico proceso de asimilación y genocidio cultural efectuado por el Estado chileno desde el siglo XIX contra el pueblo Kawésqar.
Irónicamente se señala al inicio del documento que existirían pocos navegantes Kawésqar, sin indicar que este derecho ha sido quitado por el Estado, existiendo muchos de ellos sin calidad jurídica, por lo cual continúan siendo Kawésqar.
Crónica de un genocidio patagónico en pleno siglo XXI
El 10 de abril del 2017, el Consejo de Ministros de la Sustentabilidad, presidido por el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, eliminó la protección ambiental para las aguas costeras adyacentes al futuro Parque Nacional Kawésqar con el objetivo de asegurar los intereses empresariales vinculados a la expansión de los criaderos industriales de salmónidos en aguas de Magallanes, los cuales cuadruplicarán sus producciones destinadas a la exportación en los próximo cuatro años.
Este abusivo proceso político-administrativo fue seguido de una consulta indígena la que fue condicionada e intervenida por el ministerio de Bienes Nacionales, de manera de neutralizar el rechazo unánime de las comunidades Kawésqar participantes.
Luego de cuatro meses de no comunicación formal, ni de entrega de información legal y cartográfica solicitada, lo que fue complementado con diversas promesas gubernamentales y ofrecimientos de la industria salmonera para dividir a las comunidades Kawésqar, el ministro de Medio Ambiente, tras negociar con el empresariado salmonero en Magallanes, ha entregado una propuesta de AMCP-MU Kawésqar a la medida del actual proceso de salmo-industrialización de las aguas patagónicas, el cual cuadruplicará estas producciones en los próximos cuatro años.
¿Qué es un área marina costera protegida de múltiples usos?
El artículo 65 de la futura Ley de Biodiversidad y Áreas Protegidas (LBDAP) señala que la categoría de AMCP-MU es “un área marina costera en la que existen especies, hábitats, ecosistemas o condiciones naturales y paisajísticas asociadas a valores culturales, o al uso tradicional y sustentable de los servicios ecosistémicos”.
Bajo esta premisa, su objetivo es asegurar el uso sustentable de los servicios ecosistémicos, a través de un manejo integrado del área, utilizando los instrumentos de conservación disponibles en el actual ordenamiento jurídico. En esta área podrán desarrollarse distintas actividades de uso sustentable, siempre que no pongan en riesgo los servicios ecosistémicos que esta área provee.
La parodia de AMCP-MU del Consejo de Ministros de la Sustentabilidad no responde a una visión integral de conservación como lo señalado en el artículo 65, por cuanto en la realidad no protege a las aguas marinas adyacentes al Parque Nacional, ni los derechos de las comunidades Kawésqar.
Llama la atención que el documento gubernamental de propuesta de AMCP-MU no identifica entre las amenazas para el medio ambiente marino patagónico los evidentes impactos sanitarios y ambientales derivados de las operaciones de la industria salmonera, hechos documentados profusamente a nivel científico y evidenciados mediante sucesivas crisis sanitarias, ambientales y sociales entre los años 2007 y 2016 en el archipiélago de Chiloé, región de Los Lagos. Nada se indica sobre la responsabilidad de esta industria sobre la marcada disminución de la población de lobos marinos comunes (Otaria flavescens) regionales.
Nada se señala sobre los impactos sanitarios y ambientales derivados del desmedido uso de químicos -especialmente antibióticos-, de parte de esta industria, así como de los efectos de la contaminación orgánica en los procesos de florecimiento algal y eutroficación de la columna de agua y fondos marinos.
Con ello, el ministerio de Medio Ambiente da a entender que las contaminantes operaciones de los centros de cultivos industrial de salmónidos pueden coexistir armónicamente con la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad acuática adyacentes a los parques nacionales en Magallanes, lo cual daría base para la aprobación de nuevas concesiones salmoneras y la reubicación de otras.
Lo contradictorio de esta situación es que otro ente del Estado, la Contraloría General de la República emitió el dictamen N° 38.429 del 18 de junio de 2013 que confirma el oficio N° 1.326 de la Contraloría Regional de Magallanes que sentencia que “no resulta posible desarrollar actividades acuícolas dentro del perímetro de un parque nacional y, por ende, otorgar concesiones de acuicultura”.
A su vez, la engañosa propuesta gubernamental de AMCP-MU no asegura la calidad ambiental de la columna de agua y el fondo marino -dada su pristinidad y las diversas gradientes de salinidad-, ni menos la mantención de los servicios ambientales que prestan los ecosistemas acuáticos circundantes al Parque Nacional Kawésqar, con lo cual la propuesta de creación del AMCP-MU no tiene sentido.
Finalmente, en un hecho inédito e impresentable en la conservación marina nacional e internacional, el documento del Ministerio de Medio Ambiente que justificará la creación del AMCP-MU, incorpora un supuesto convenio privado entre empresarios salmoneros y algunas comunidades Kawésqar que han perdido su relación con el mar, donde a cambio de apoyar el establecimiento de nuevos centros de cultivos industriales de salmónidos, recibirían asistencia social y compensaciones económicas.
Cada comunidad debe hacerse cargo de sus acciones y consecuencias. Nosotros reafirmamos nuestro derecho como comunidades ligadas al mar, a defender nuestros espacios marinos ancestrales y sus actuales usos.
Exigimos se retire este engañoso texto del documento, ya que intenta ocultar el hecho que ninguna de las comunidades canoeras nómades Kawesqar ligadas al mar tiene acuerdos con las empresas salmoneras regionales. Por el contrario, hemos señalado públicamente nuestro rechazo absoluto a la expansión de la industria salmonera en el Kawésqar Waes y las áreas alrededor de los parques nacionales patagónicos.
La lucha por la defensa del Kawésqar Waes continúa
Este 27 de febrero las comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar rechazan la engañosa propuesta de AMCP-MU del Ministerio de Medio Ambiente, y exigen que el Estado de Chile respete el documento de posición y propuestas entregado durante la consulta indígenas de octubre de 2017.
En dicho texto formal y legal, las comunidades señalan sin ambigüedad que se aceptará el Parque Nacional Kawésqar sólo si incorpora la plena protección de su mar adyacente, y no se permita la acuicultura industrial intensiva basada en especies exóticas, como forma de asegurar los derechos ancestrales de pesca, caza y recolección.
La propuesta del Ministerio de Medio Ambiente no hace más que respaldar los intereses de la mega industria salmonera, dejando de lado la exigencia expresa emanada de la consulta indígena, demostrando que el ministro Marcelo Mena piensa igual que en abril de 2017, cuando como presidente del Consejo de Ministros de la Sustentabilidad, decidió convertir nuestro mar -sustento material y espiritual- en moneda de cambio y zona de sacrificio.
Las revitalizadas comunidades canoeras de Magallanes utilizarán todas las herramientas legales, junto a la presión social y el apoyo de los ancestros canoeros, en defensa de sus derechos ancestrales de acceso y uso al Kawésqar Waes, para enfrentar el racismo ambiental y genocidio cultural.
Leticia Caro K.
Comunidades Kawésqar por la Defensa del Mar
Juan Carlos Cárdenas N.
Centro Ecocéanos