
15 choiques o ñandúes patagónicos son translocados entre ambos países, para aportar a la diversidad genética de la población del Parque Nacional Patagonia Chile.
Esta es la primera vez que se realiza la captura y traslado de animales de origen silvestre de un país latinoamericano a otro con fines de conservación.
En un hito para la recuperación de especies amenazadas, Rewilding Argentina y Rewilding Chile, organizaciones legado de Tompkins Conservation, concretaron la primera translocación internacional de fauna silvestre en Latinoamérica. Trasladaron 15 ñandúes patagónicos (Rhea pennata) desde el Parque Patagonia Argentina, en la provincia de Santa Cruz, hasta el Parque Nacional Patagonia Chile en la región de en Aysén, para reforzar una población que, hasta hace 15 años atrás, estuvo al borde de la extinción local con menos de 20 individuos.

El choique es una especie emblemática de la estepa patagónica, clave para la regeneración del ecosistema gracias a su rol en la dispersión de semillas. Sin embargo, en la región de Aysén, Chile, sus poblaciones han disminuido drásticamente debido a la sobreexplotación ganadera, la persecución por perros, la caza y la destrucción de nidos. Aunque la distancia entre ambos parques es de solo 90 km, barreras como alambrados, cercos ganaderos, entre otros, limitan su desplazamiento natural, lo que hace necesaria esta intervención.
Un trabajo conjunto por la conservación
Los individuos trasladados provienen de una población saludable en el Parque Patagonia Argentina, donde los esfuerzos de conservación de Rewilding Argentina, con el apoyo de la Fundación Freyja, han permitido su recuperación. «Hemos seleccionado individuos de una población en buen estado de conservación, asegurando un impacto mínimo en el grupo original y contribuyendo a restaurar la especie en Chile», explica Sebastián Di Martino, Director de Conservación de Rewilding Argentina. A través del uso de tecnología GPS y telemetría, se está ampliando el conocimiento sobre sus hábitos y ecología espacial.
Por su parte, Cristian Saucedo, Director de Vida Silvestre de Rewilding Chile, destaca la relevancia de esta acción: «Hasta ahora no existían protocolos específicos para recuperar especies mediante la colaboración entre países a través de sus fronteras. Este hito demuestra que, por necesidad, nuestros sistemas institucionales pueden evolucionar y responder de manera más dinámica a la crisis de biodiversidad».
La translocación de los choiques implicó rigurosos controles sanitarios para mitigar cualquier riesgo, especialmente ante la preocupación por la influenza aviar. Cada ave pasó por exámenes veterinarios, muestreos y un período de cuarentena tanto en Argentina como en Chile. Finalmente, fueron transportadas en un camión especial hasta su nuevo hogar en el Parque Nacional Patagonia en Chile, donde completarán su proceso de adaptación en corrales de pre-suelta antes de ser liberadas.
El ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela, destacó cómo el esfuerzo conjunto entre países, liderado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), logró coordinar los aspectos sanitarios y de control fronterizo para la exportación y cuarentena de los ñandúes. «Esta iniciativa, que une lo público y lo privado y a países fronterizos en favor de la conservación, podría convertirse en un modelo para futuras acciones que permitan a las especies amenazadas regresar a los ecosistemas donde alguna vez prosperaron, contribuyendo así a enfrentar con decisión la crisis de biodiversidad» enfatizó el ministro Valenzuela.

Una acción pionera para la conservación en Latinoamérica
A nivel mundial, las translocaciones para la conservación se han convertido en una herramienta clave para restaurar especies en peligro. Sin embargo, en Latinoamérica su uso ha sido limitado. Este primer caso de translocación internacional de fauna silvestre en la región marca un precedente y refuerza la necesidad de una mayor cooperación entre países para enfrentar la crisis de biodiversidad.
«Hoy alcanzamos un hito histórico para el rewilding. Si queremos revertir la crisis de extinción masiva, la cooperación internacional es fundamental. Me siento muy orgullosa del trabajo de nuestras organizaciones y espero que esta acción amplíe nuestras esperanzas para la restauración de la naturaleza, porque la naturaleza no conoce fronteras», celebra Kristine Tompkins, Presidenta de Tompkins Conservation.
Este esfuerzo conjunto ha sido posible gracias a la colaboración de las provincias de Santa Cruz, el Ministerio de Agricultura del Gobierno de Chile, la Corporación Nacional Forestal de Chile (CONAF), el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), SENASA, Servicio de Aduanas, Seremi de Transportes de la región de Aysén y las Fundaciones Rewilding Argentina, Freyja y Rewilding Chile.
