El arzobispo Charles Scicluna, un experto del Vaticano para delitos sexuales, se reunirá este sábado (17) en Nueva York con una de las principales víctimas del sacerdote Fernando Karadima, en una situación que implica al actual obispo de Osorno, Juan Barros.
Juan Carlos Cruz, quien los últimos años ha encabezado un movimiento para denunciar este tipo de situaciones junto a James Hamilton, es quien se reunirá con Scicluna, encuentro que se realizará en una iglesia católica en Manhattan a las 11 de la mañana.
Scicluna está investigando las acusaciones contra el obispo Juan Barros, quien estuvo junto a Fernando Karadima por años. Cruz y otras dos personas dijeron que Barros fue testigo de los abusos de Karadima y los ignoró. Barros, en tanto, ha negado haber visto o tener conocimiento de la situación.
«Jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote (Karadima) cometía con sus víctimas», dijo Barros a The Associated Press recientemente.
Recordemos que en 2010, el Vaticano retiró a Karadima de su puesto y lo condenó a una «vida de penitencia y oración» por sus delitos. Sin embargo, posteriormente, en 2015, el Papa Francisco nombró a Juan Barros como Obispo de Osorno, proceso en el que el pontífice vetó una propuesta de la conferencia episcopal chilena para que Barros y otros dos obispos formados por Karadima, renunciaran y se tomaran «un año sabático».
El Papa por su parte explicó que «obvió la recomendación» y rechazó la renuncia de Barros en dos ocasiones «porque no tenía pruebas de que hubiera actuado mal».
El caso continuó este año, cuando la AP reportó que el pontífice recibió en abril de 2015 una carta de Cruz de ocho páginas en la que se detallaban los abusos y el papel de Barros como testigo y encubridor. Cruz había enviado por correo versiones similares de la carta al Papa y a su nuncio en Santiago, pero nunca recibió respuesta.
En la actualidad, Cruz vive y trabaja en Filadelfia. Scicluna tenía previsto hablar con él a través de Skype pero todo se cambió a una entrevista en persona en Nueva York, esto, después de que AP reportó que la carta de Cruz había sido entregada «en mano» a Francisco I.
En el texto, escrito en español, Cruz implora a Francisco que lo escuche y cumpla su promesa de «tolerancia cero» ante los abusos sexuales. Además, describe cómo Karadima besaba a Barros y le tocaba los genitales, y hacía lo mismo con sacerdotes más jóvenes y adolescentes, y cómo los jóvenes sacerdotes y seminaristas peleaban por sentarse junto a Karadima en la mesa para recibir sus muestras de afecto.
«Más difícil y fuerte era cuando estábamos en la habitación de Karadima y Juan Barros, si no se estaba besando con Karadima, veía cuando algunos de nosotros, los menores, éramos tocados por Karadima y nos hacía darle besos diciéndome: ‘Pon tu boca cerca de la mía y saca tu lengua’. Él sacaba la suya y nos besaba con su lengua. Juan Barros era testigo de todo esto y lo fue incontables veces, no solo conmigo sino con otros también», escribió Cruz. «Y Juan Barros ha encubierto todo lo que le cuento», añadió.
Agencias