Desde hace varios años se han realizado estudios que describen la diversidad de formas de vida en un territorio. Estos han incrementado exponencialmente su cantidad y precisión a medida que se acercan a la actualidad, generando mucha información que es archivada en diversos formatos curatoriales.
La compilación de esta información proveniente de estudios ya realizados en forma de base de datos, proporciona la posibilidad de un acceso rápido y completo de utilizar dicha información en estudios actuales y futuros; no sólo para analizar la evolución temporal de las formas de vida, sino para comprender cómo y porqué se han producido cambios, conocer la naturaleza lo más exactamente posible, abarcar estudios sobre biodiversidad, conservación, seguridad alimentaria y elementos humanos sociales y culturales, entre otros.
La Red de Patrimonio Botánico Universidad de Chile es la primera institución universitaria pública a nivel nacional que comparte datos de forma libre y gratuita sobre colecciones botánicas a través del Portal GBIF y ya ha realizado dos entregas de información a la plataforma.
“Entregar datos a GBIF también tiene un impacto positivo para las colecciones porque quedan citables. Es una forma moderna de publicar, similar a los Data paper, los datos de calidad son muy importantes para tomar decisiones. Esta publicación es relevante para compartir los datos con la ciudadanía y con los tomadores de decisiones. GBIF es el portal oficial del Ministerio del Medio Ambiente para extraer información”, afirmó la profesora Paulette I. Naulin, académica de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza y coordinadora del Consorcio de Patrimonio Botánico de la Universidad de Chile.
La importancia de las colecciones biológicas de plantas radica en la necesidad de dar a conocer lo más exacto posible la flora y vegetación en un lugar y tiempo determinado para la realización de estudios que permitan entender las dinámicas de cambios y contar con datos de ocurrencia, que indican algo que existe, aunque no se pueda ver en ese momento.
“De Santiago hay poca información disponible para la ciudadanía y la toma de decisiones, está reservada a los especialistas en documentos difíciles de acceder. Entonces al momento de generar de proyectos de desarrollo urbano, autopistas, o cualquier otro que necesite de evaluación de impacto ambiental, no consideran todas las especies que están presente en el lugar porque no es de dominio público”, destacó como ejemplo la profesora Naulin.
Las primeras publicaciones de colecciones biológicas compartidas por la Universidad de Chile se realizaron en los meses junio y agosto del año 2019, correspondieron a los herbarios: EIF vasculares y SQF con 5.238 y 2.096 registros respectivamente. Ambas se actualizaron en agosto del presente año. EIF vasculares, agregó 1.813 nuevos registros obteniendo un total de 7.051 registros y añadió un nuevo set de datos sobre Briofitas con 319 registros. Estos a la fecha (21-10-2020) poseen 5.958 descargas y 13 citas y 246 descargas el dataset de Briofitas.
El herbario SQF sumó 1.616 registros nuevos, quedando con un total de 3.712 registros en total estos han sido descargados 6.186 veces y citados 14 veces. Además, se incorporó una nueva colección biológica “Registros de Paleobotánica obtenidos de la Literatura de Teresa Torres”, primera en Chile y segunda en Sudamérica en compartir datos de paleo botánica con 178 registros los que han tenido 917 descargas y dos citas desde su publicación en diciembre de 2019.
El Ministerio del Medio Ambiente, es la entidad que implementa la red GBIF en Chile y que impulsa el trabajo hacia una cultura de acceso abierto a datos sobre biodiversidad, generados a partir de colecciones de historia natural.
“Estos datos científicos significan un tremendo avance para las gestiones que realiza el país en cuanto a contar con información de calidad para apoyar la gestión en conservación, y la elaboración de políticas públicas”, señaló Leisy Amaya Montano, administradora GBIF Chile del Departamento de Conservación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente, haciendo énfasis en que la Red de Patrimonio Botánico de la Universidad de Chile ha estado a la vanguardia de estos procesos, proporcionado datos e información estandarizada de alta calidad, que se constituyen en un valioso legado para futuras generaciones.
Por su parte, Antonia Serey, profesional de proyecto U-Redes- PBUCh, sostuvo que se alcanzó el objetivo de “visibilizar las colecciones biológicas y hacer notar su importancia. Éstas nos permiten revivir la historia, en este caso florística y notar sus cambios a través del tiempo. Compartir esta información de forma abierta permite que el trabajo de gente, científicos, botánicos de distintas generaciones reviva y vuelva a tener valor, poniéndola a disposición de actuales científicos y ciudadanía, esperando que sea un aporte en la toma de decisiones conscientes sobre conservación de biodiversidad”.
El trabajo de la Red de Patrimonio Botánico para entregar los datos a GBIF requirió de un equipo humano que estandarizara la información de las colecciones disponibles en el formato requerido, a través de los Herbario EIF, Herbario AGUCH y Herbario SQF, además son parte de esta iniciativa los Arboreto Antumapu, Carén y Frutillar y la Colección de Paleobotánica de Teresa Torres; que forman parte de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza y la Facultad de Ciencias Agronómicas.
“Trabajé desde la digitalización de un ejemplar de herbario hasta la publicación de los datos en GBIF. En esta oportunidad logré comprender que la posibilidad de compartir datos de biodiversidad no está al alcance de todos, ya que de a poco se ha ido desarrollando la conciencia del ‘compartir’”, relató Victoria Arévalo, profesional de Proyecto U-Redes-PBUCh, quien formó parte de este equipo de trabajo.
El profesor Nicolás García, académico y curador de Herbario EIF de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza, explica que mientras más datos estén libremente disponibles para todos los interesados, tales como científicos, tomadores de decisiones, aficionados y amantes de la biodiversidad, mayor es el beneficio que tiene para la sociedad el saber cómo se distribuyen los seres vivos y qué se puede hacer para su protección.
“Esta es una excelente manera de visibilizar nuestras colecciones biológicas a la comunidad internacional y llamar la atención acerca de la importancia de apoyar este tipo de iniciativas que son fundamentales para documentar y comprender la biodiversidad”, añadió el profesor García.
Desarrollo de la Red de Patrimonio Botánico
El Consorcio del Patrimonio Botánico de la Universidad de Chile (PBUCH) es una red destinada a poner a disposición de la comunidad el patrimonio botánico contenido en los herbarios indexados, colección paleobotánica y arboretos de la Universidad de Chile para servir como recursos docentes, de investigación y de extensión.
Este Consorcio se genera a partir del proyecto U-Redes “Incentivo a la Generación de Red”, aprobado en el año 2016 y financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) de la Universidad, enfocado en el rescate, difusión y puesta en valor del patrimonio natural en las colecciones botánicas indexadas de la Universidad de Chile.
Posteriormente, en el año 2018 y bajo el proyecto U-Redes “Consolidación de Redes” se generó la iniciativa “Consolidación de la Red Consorcio del Patrimonio Botánico de la Universidad de Chile (PBUCH): Rescate, difusión y puesta en valor del patrimonio natural de las colecciones botánicas de la Universidad de Chile”, impulsando la valorización de las colecciones biológicas en general, tanto dentro de nuestra Casa de Estudios, como a nivel nacional. Este tipo de colecciones albergan datos acerca de las especies que son fundamentales para el conocimiento y conservación de la biodiversidad.
La Red de Patrimonio Botánico de la Universidad de Chile, nace buscando poner en valor las colecciones biológicas de la Universidad y del país, desde el área botánica. “Durante cinco años ha diagnosticado el estado de las colecciones, cuantificando y cualificando el material depositado en ellas. Además, ha puesto en valor los ejemplares que se conservan en ellas y finalmente a través de GBIF está compartiendo con la ciudadanía en general y las diferentes áreas de la ciencia, datos de calidad verificables depositados en colecciones indexadas a nivel internacional”, concluyó la profesora Naulin.