El bus del odio que recorrió las calles de Santiago y Valparaíso por tres días continúa haciendo noticia. No se trata de un nuevo recorrido, tampoco de otra frase tránsfoba.
Según informó El Mercurio, el bus Scania tiene patente chilena, pero no reúne todos los requisitos que permitan su circulación dentro del país.
El medio escrito cita el certificado de anotaciones vigentes del Registro Civil, documento en el cual se establece que la máquina no tiene permiso vigente y acumula tres multas por estacionar en sitio prohibido y señalizado y trasladar pasajeros sin cumplir los requisitos legales.
En total, el vehículo debe $267 mil en multas.