La propuesta original del Gobierno establecía un reajuste del 3,2%, además del congelamiento para las rentas más altas del sector público, por sobre los $6 millones, y un bono para los trabajadores de rentas más bajas.
Sin embargo, durante su paso por la Comisión de Hacienda – y por considerarlo insuficiente-, no se logró acuerdo para mejorar las remuneraciones y los beneficios complementarios, recogiendo la solicitud de los trabajadores estatales y porque tampoco se concordara una cifra para los sueldos máximos que recibirían el reajuste, de $4 millones y $4,8 millones.
Pese a que se pidió insistir en estas indicaciones respecto a la rebajaba del tope de los sueldos más altos, no hubo unanimidad para ello, por lo que el texto fue finalmente despachado al Senado sin estas cifras. El Ejecutivo de todas formas, puede insistir con sus cifras en el Senado cuando éste comience a ver el texto legal.