El Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (Cenda) expresó su preocupación por el proyecto de reforma de pensiones que se encuentra actualmente en el Congreso, al cual califican como «un atentado contra el pueblo trabajador».
A través de una declaración pública, la organización indicó que se han «dirigido respetuosamente», a las autoridades políticas del país, a los partidos políticos, a las organizaciones del pueblo trabajador, a la juventud y a la ciudadanía, para manifestarles que, «en nuestra opinión, deben reaccionar ahora y oponerse tajantemente al atentado en contra de sus intereses que representa la reforma mal denominada “de pensiones” actualmente en trámite en el Parlamento».
Reforma actual debería ser retirada
Manuel Riesco, vicepresidente del Cenda, señaló que la reforma actual debería ser retirada por el presidente de la República Gabriel Boric. Propuso, en cambio, una iniciativa que permita a los afiliados de las AFP trasladarse al Instituto de Previsión Social (IPS), incluyendo el traspaso de sus cotizaciones pasadas y futuras, y la posibilidad de retirar el saldo acumulado en sus cuentas.
El economista destacó que esta medida ha sido respaldada por las principales organizaciones ue representan al Pueblo Trabajador y miles de ciudadanos a través de peticiones formales.
Impactos de la reforma previsional
Desde el Cenda advirtieron que la reforma elevará la tasa de cotización previsional del 13% al 19%, un incremento del 50%.
«Esta carga recaerá íntegramente sobre el salario líquido aunque lo desembolsen los empleadores, afectando además el empleo. Cada punto de incremento en la tasa de cotización que no se destina a pagar pensiones sobre la marcha, termina en los bolsillos del gran empresariado, especialmente en los de cuatro grupos ligados a la dictadura que controlan el sistema AFP desde sus compañías de seguros. Mismos que ya se embolsan cada mes y cada año desde 1981, el 84 por ciento de las cotizaciones recaudadas», argumentaron.
La organización señaló que las promesas de las AFP, como pensiones dignas y sostenibilidad financiera, han resultado ser «mentiras descaradas» según la experiencia de cuatro décadas.
«El sistema AFP es un esquema canallesco que, con el confesado propósito de desviar al ahorro forzoso en el mercado de capitales las contribuciones del pueblo trabajador activo, las que siempre han sido más que suficientes para financiar pensiones dignas a sus mayores, le induce mediante propaganda millonaria y obliga legalmente, a incumplir con su obligación secular de sostenerles. A cambio de ello prometen propiedad sobre sus cotizaciones, pensiones suculentas y aliviar al mismo tiempo al fisco de pagarlas», expusieron en el texto.
Beneficios del traslado masivo al IPS
De acuerdo con el Cenda, permitir a los afiliados retornar al sistema público de previsión generaría los suguientes beneficios:
- Todas las personas actualmente jubiladas por el sistema AFP elevan su pensión actual a cerca del doble en promedio, y mucho más las mujeres y otros grupos especialmente perjudicados.
- Todas las personas afiliadas no jubiladas mantienen su tasa actual de cotización, sin alza ninguna por muchos años, sin perjuicio inmediato o mediato de su salario líquido. Las empresas no ven incrementado su costo laboral, con beneficio para el empleo y la reactivación económica.
- Al recuperar las cotizaciones futuras, el fisco incrementa sus ingresos en un quinto, lo que le permite solventar el costo duplicado de las actuales pensiones AFP, ahorrando al mismo tiempo los subsidios que cubren actualmente dos tercios del costo actual de las mismas.
- El sistema tributario chileno corrige su distorsión más regresiva, las “atípicas transferencias forzosas al sector privado”, como las califica el reciente informe tributario de la OCDE.
- Al recuperar las cotizaciones pasadas, el fisco puede anular dos tercios de su deuda total, la que ha sido contraída con el sistema AFP para financiar los subsidios a las pensiones de dicho sistema. Ello mejora la clasificación de riesgo del país y reduce el costo del crédito, en beneficio de todas las empresas y personas.
- Todas las personas afiliadas, activas y jubiladas, que se trasladen al IPS pueden retirar en un plazo prudencial el saldo remanente en su cuenta AFP o en las respectivas reservas técnicas de las compañías de seguros, tras traspasar al IPS sus cotizaciones pasadas.
- Lo anterior constituye una medida de reparación adecuada al Pueblo Trabajador por el daño enorme causado a sus familias a lo largo de cuatro décadas. Especialmente si parte de dicho saldo se destina a indemnizar a las familias de las cerca de tres millones de personas afiliadas que han fallecido tras recibir pensiones de hambre.
El Cenda señaló que beneficios similares se han logrado en los países que, «conducidos en muchos casos por regímenes nacionalistas, autorizaron este traslado a sus antiguos sistemas públicos de pago sobre la marcha y acabaron así con sus esquemas de ahorro forzoso, los que conforman una amplia mayoría de los que los pocos que los habían implementado previamente en el mundo».
El centro de estudios recordó que el abusivo esquema de ahorro forzoso implantado por la dictadura se ha sostenido en Chile a lo largo de más de tres décadas de democracia, «no sólo por la corruptora influencia de los grandes intereses que profitan del mismo a costa del Pueblo Trabajador jubilado».
La organización criticó duramente a quienes apoyen esta reforma y planteó la urgencia de revertir el actual sistema de ahorro forzoso, al que calificó de «abusivo y canallesco».
Sin embargo, planteó que al enfrentar decididamente a los abusadores en lugar de buscar el acuerdo con ellos, «el sistema político democrático recuperará en parte significativa su legitimidad y autoridad perdidas, ayudando de ese modo a resolver la crisis política nacional en curso, que torna la vida crecientemente insoportable tanto para el Pueblo Trabajador como para los de arriba».
«Todavía estamos a tiempo para impedir este atentado contra el Pueblo Trabajador», cerraron.