Chile: Mujeres abren las Alamedas

Las distintas organizaciones feministas y de movimientos sociales que asistieron a la marcha exigieron se respeten los derechos de las mujeres trabajadoras, el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, una educación integral, no sexista y de calidad y los derechos de las mujeres cuidadoras.

Chile: Mujeres abren las Alamedas

Autor: El Ciudadano

Por Florencia Lagos Neumann

El 8 de marzo en Santiago mujeres, disidencias, niñas y niños, participaron en la manifestación por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que se desarrolló a través de masivas expresiones multiculturales a lo largo de todo Chile.

Las distintas organizaciones feministas y de movimientos sociales que asistieron a la marcha exigieron se respeten los derechos de las mujeres trabajadoras, el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, una educación integral, no sexista y de calidad y los derechos de las mujeres cuidadoras.

En nuestro país, la mayoría de las mujeres se ven obligadas a invertir los recursos que generan en el servicio de cuidados, para suplir la ausencia del rol del padre, pero también el rol del Estado como garante de los derechos de niños, niñas y sus familias.

Considerando lo anterior, sería importante que las mujeres cuidadoras recibieran una remuneración de parte del Estado de Chile.

Ejercer tareas de cuidados, pero sin la presión de tener que generar recursos en otro trabajo, de forma paralela, para poder cuidar y al mismo tiempo educar. Una labor tan crucial para nuestra sociedad.

Lamentablemente la realidad para la mujer chilena es doblemente difícil y exigente, son millones las madres que deben trabajar y cuidar, sin el apoyo económico ni presencial del padre. De esta forma, cumplir una doble y hasta triple tarea.

Y es que a las mujeres se nos exige trabajar como si no tuviéramos hijos, criar hijos como si no trabajáramos, y lucir como si no tuviéramos ni hijos ni trabajo.

En otro ámbito, una de las principales denuncias durante la manifestación fue la desaparición de Julia Chuñil, líder mapuche y activista ambiental que ejercía el cargo de presidenta de la comunidad Indígena Putregel, en la comuna de Máfil.

Recordemos que el 9 de diciembre de 2024, la familia de Julia Chuñil presentó una querella acogiéndose al Acuerdo de Escazú. Tratado internacional que el Estado de Chile firmó, donde se compromete a proteger la vida de los activistas ambientales.

En el transcurso de la investigación, la Fiscalía ha allanado más de cinco veces la casa de Julia Chuñil e interrogado en múltiples ocasiones a sus familiares. Sin embargo, la familia de Julia acusa que las mismas investigaciones no se han llevado a cabo con otras personas que también han sido señaladas como sospechosas.

Este 8 de marzo se cumplieron exactamente cuatro meses de la desaparición de Julia Chuñil y su familia no ha recibido respuesta.

Considerando lo anterior, en entrevista con el medio independiente Piensa Prensa, una manifestante expresó: “El Estado chileno tiene una deuda, no puede ser que a nuestras mujeres las maten por defender sus tierras ancestrales”.

El sábado 8 de marzo, una vez más, las mujeres abrieron las alamedas contra la ofensiva de la derecha y para seguir impulsando transformaciones sustanciales.

Porque como señaló durante la manifestación una de las voceras de la Coordinadora Feminista 8M: “Hasta la fecha el malestar de la clase trabajadora no ha sido canalizado”.

Por Florencia Lagos Neumann

Master en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales.

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