Chile: Un primero de Mayo que revive la lucha de clases

Más de 30 mil personas marcharon y se agruparon en la actividad organizada en Santiago de Chile por la Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores. Pese a la clásica represión de la policía militarizada, a diferencia de otros años, la caminata y el acto pudieron concluir exitosamente. Un brote esperanzador del movimiento popular. Un fuego en la noche capitalista.

Chile: Un primero de Mayo que revive la lucha de clases

Autor: Director

Antonio Kadima es un trabajador de la cultura popular y anticapitalista, y desde hace décadas sostiene el Taller Sol, en el cascarón antiguo de la metrópolis del país andino. También es parte de los ex prisioneros políticos y torturados del ex cuartel Borgoño que funcionó durante la tiranía con el fin de abatir a la resistencia antifascista. “Esta marcha es fruto de años de construcción. Y la gente de la cultura ha aportado señalando con su práctica que las cosas sí pueden lograrse, sumando voluntades”, y añadió que, “el futuro se organiza hoy día mismo, y no cuando triunfe alguna revolución. Más en una época donde prima la confusión, y nos preguntamos qué es la izquierda, dónde está, y si en verdad, existe. La marcha entonces funciona como un referente orientador ante la duda reinante. Aquí no está la verdad. Pero sí la promesa del debate creativo entre todas y todos. Los trabajadores de la cultura, de la producción simbólica, combinamos la labor intelectual con la lucha en la calle. Nuestro papel fundamental es intensificar la contradicción pueblo / capitalismo, y además, propiciar la discusión fraterna al interior de la propia izquierda anticapitalista”.

El presidente del sindicato SGS-CIMM T&S, asociado a la minería del cobre, y miembro de la Unión Clasista de Trabajadores, Ramón López, indicó que, “nuestro objetivo inmediato es político: crear la Central de la clase trabajadora, independiente del Estado, del sistema de partidos políticos que expresa los intereses del capital, y de los propios grupos económicos nacionales y transnacionales, que gozan privadamente de la riqueza que sale de nuestro trabajo”.

-¿Cuál es la diferencia entre ustedes y la Central Unitaria de Trabajadores, CUT?

“La CUT es una manifestación de los intereses de los grandes grupos económicos, y aunque no lo digan, se evidencia en su política. Por ejemplo, la CUT participa de la mesa entre el Estado y la Confederación de la Producción y el Comercio, el gremio patronal, para fijar el salario mínimo. Y el salario mínimo actual es prácticamente la mitad de lo que necesita un empleado para sobrevivir sin endeudarse. O sea que la CUT avala ese monto y esa política antilaboral, entre otras.”

“Los de arriba predican lo importante que es la familia, pero nos explotan tanto que nos prohíben convivir con las nuestras”

Miguel Méndez es presidente del sindicato de los trabajadores de la Importadora Café do Brasil, una comercializadora alimenticia de marcas como Marco Polo. “Nosotros hemos pasado dos negociaciones colectivas donde los patrones no nos han dado nada de lo que exigimos”, y agregó que, “aunque el costo de la vida aumenta a diario, la empresa mantiene los sueldos congelados. Y en nuestro sector ganamos tan poco que la mayoría tiene que desempeñarse en dos trabajos. Somos trabajadoras y trabajadores jóvenes, los más precarizados. Nos contratan por el sueldo mínimo y debemos cumplir más funciones que las convenidas porque la importadora compra cada vez más productos. Hay una relación inversa entre lo que nos pagan y las utilidades de la compañía. Nosotros creemos que habría que dar una lucha masiva por el aumento del salario mínimo y por los derechos sociales, como salud, vivienda, educación, trabajo seguro y digno, recreación, servicios básicos baratos. Además, como mis compañeros laboran en dos trabajos, ni siquiera pueden ver a sus familias, mientras que los de arriba nos dicen que la familia es lo más importante. Predican lo que nos prohíben con la súper explotación a la que nos someten”.

Por otra parte, el presidente del sindicato de trabajadores a honorarios del Ministerio de Vivienda, Carlos Villalobos, apuntó que “los trabajadores más precarizados del Estado solidarizamos con todos los sindicatos de base que se encuentran aquí y que están por levantar un referente de identidad de la clase trabajadora a nivel nacional, que se apoye en las luchas actuales.”

La enseñanza y los modos del trabajo actual

El Observatorio de Políticas Educativas de Chile, Opech, es una organización vinculada a la investigación y a la producción de conocimientos sobre la enseñanza. Uno de sus fundadores, Rodrigo Cornejo, participó en la marcha.

-¿Por qué estás en la actividad?

“A esta marcha hay que asistir cuando uno pueda, y aquí me ves con mi hijo Camilo. Ahora bien, después de los movimientos estudiantiles del 2006 y 2011, quedó al desnudo un sistema educativo de mercado, elitista, segmentador socialmente, clasista en el peor de sus sentidos. Lamentablemente, los gobiernos de centro-izquierda intentaron hacer reformas, pero sin la voluntad de atacar el meollo del asunto. De esta manera, terminó complejizándose el mercado y a la vez, fortaleciéndose. Hoy existe más competencia entre las escuelas y entre los estudiantes. Y ocurre que a las niñas, niños y jóvenes más empobrecidos y medios, los hacen competir entre ellos y subordinarse a evaluaciones estándares y funcionales al gran empresariado, como el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación, Simce.”

-¿Y qué pasa en los colegios particulares destinados a los grupos sociales más privilegiados?

“En esos establecimientos, cuyas colegiaturas a veces se pagan en Unidades de Fomento, UF, o francamente en dólares, hay gimnasia, filosofía, artes, integralidad de la enseñanza. Lo que nos queda claro es que la élite social, sí tiene un proyecto educativo, mientras que en la orilla popular, todavía es un desafío. Si quieren conocer nuestra labor, pueden ingresar a la páginawww.opech.cl”.

Una calle más adelante, quien escribe coincidió con Rafael Agacino, uno de los economistas de izquierda más reconocidos de Chile.

“A nivel general, considero que la centralidad actual tiene que ver con una suerte de desplazamiento del rol de la clase trabajadora, que no del trabajo. Y sobre todo en esa visión de la clase trabajadora más bien tradicional que la ve como motor de la producción y como sujeto de cambio”, sostuvo Rafael y continuó, “Desde el punto de vista no oriental, hay un cambio en la calificación del empleo. Lo que hoy se denomina el cognitariado, el conjunto de trabajadores que tienen un alto nivel de calificación, que no laboran en cuestiones manuales. Y entonces, su identidad como clase social ya no la perciben como trabajadora, sino como clase media, por su nivel de consumo, de estudios y credenciales. Por tanto, existe una gran paradoja hoy. Tenemos a una importante masa de trabajadores que está en el oriente del mundo, y otra gran masa de trabajadores del cognitariado en occidente que tiene la contradicción entre el ser y su conciencia. Esto es, un ser generador de plusvalía y de valor, pero que carece de la subjetividad propia de la clase trabajadora”.

-¿Y en Chile?

“Aquí sufrimos la bancarrota del sindicalismo clásico. Y está asociada a las imágenes anteriores. La cuestión es cómo superamos el antiguo instrumental de la clase trabajadora para hacer frente a los modos nuevos de esta paradoja.”

La solidaridad ardiente con el Machi Celestino Córdova y Mauricio Hernández Norambuena

En la marcha y el acto central de la organización de las y los trabajadores independiente y de lucha, Cristina Romo ,la werken o vocera del Machi Celestino Córdova, se refirió a la dramática situación de salud en la que se encuentra la autoridad ancestral mapuche, luego de 102 días de huelga de hambre. Celestino Córdova es el único condenado sin pruebas en el caso de la muerte de los latifundistas Luchsinger-Mackay en medio de un incendio en 2013. Prisionero, el machi precisa por razones culturales y sanitarias renovar sus relaciones espirituales en su rewe o lugar sagrado por 48 horas. El gobierno de Piñera condicionó la salida temporal del machi a que dejara su huelga de hambre. Celestino lo hizo hace unos días. Sin embargo, la administración de ultraderecha persiste en trabar su compromiso. Son muchas las agrupaciones mapuche y no mapuche que luchan, primero por la visita del machi a su rewe, e inmediatamente después por su libertad definitiva.

De igual manera, también estuvo presente la solidaridad reunida por la Vida y la Libertad del ex combatiente antifascista y revolucionario internacionalista de origen chileno, Mauricio Hernández Norambuena, prisionero político en las cárceles de Brasil desde hace más de 16 años. Mauricio fue militante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, organización política y militar que destacó sus fuerzas en colaborar con el movimiento popular para echar abajo a la tiranía pinochetista.

En la marcha participó la coordinadora por la Vida y la Libertad de Mauricio, y su abogado Alberto Espinoza, quien indicó que, “en este día tan especial para el mundo de las y los trabajadores, y que evoca los hechos ocurridos en Chicago, EEUU, en 1886, es imperativo recordar que Mauricio Hernández está totalmente identificado con las luchas del pueblo trabajador. No es posible disociar el Primero de Mayo con la reivindicación de la libertad de Mauricio. El régimen inhumano y degradante que ha soportado Hernández Norambuena, demanda la más profunda solidaridad por la causa de su liberación, frente a la indiferencia del Estado chileno y el Estado brasileño”.

En el escenario se expresó sobre Mauricio que, “Aquí se multiplica la lucha suya; atraviesa los barrotes de última generación, los centinelas sordos y la venganza de los opresores del mundo, para animarnos y no decaer jamás en las tareas urgentes de la justicia social, la resistencia popular y la lucha antifascista”.

Como ya es costumbre, durante la marcha y el acto, que contaba con la autorización de la Intendencia de Santiago, las decenas de miles de asistentes fueron ferozmente reprimidos por las Fuerzas Especiales de Carabineros mediante vehículos blindados lanza-aguas y gases lacrimógenos antimotines.

Sin embargo, ni siquiera la policía militarizada chilena pudo contener los corazones reunidos, el movimiento popular amanecido y el fuego en medio de la noche capitalista.


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