Polémica generaron en el mundo político los recientes dichos de la candidata presidencial de Chile Vamos, Evelyn Matthei, respaldando la idea de restaurar la pena de muerte en nuestro país. La propuesta fue recibida tibiamente incluso al interior de la coalición de centroderecha, cuyas principales figuras se desmarcaron rápidamente de Matthei.
«Yo fui de las pocas parlamentarias que votó el año 2001 por mantener la pena de muerte. Si ustedes leen lo que dije en ese momento, se ha dado exactamente lo que yo dije que iba a suceder (…) Hay ciertos casos, en que a mi juicio por lo menos, yo mantengo lo que dije el año 2001, la pena de muerte sí debería aplicarse», declaró Matthei este miércoles durante un punto de prensa.
Si bien algunos miembros de Chile Vamos salieron a respaldar públicamente la propuesta, la mayoría optó por distanciarse y matizar las declaraciones de la abanderada presidencial. En esa línea, la principal estrategia comunicacional que ha seguido la coalición es destacar la «consecuencia» de Matthei, dado que ha mantenido la misma postura desde el 2001 a la fecha.
«A mí me parece un debate legítimo, más allá de que yo voy a ser super honesto, yo tengo dudas respecto a la medida», señaló en CNN Chile el exconvencional y vicepresidente de la UDI Eduardo Cretton.
Por su parte, el exconvencional Hernán Larraín Matte, miembro del equipo programático de Matthei, señaló Tele13 Radio que «naturalmente no es una buena idea retomar ese debate ni reponerlo. Por lo pronto hay problemas en materia de tratados internacionales, constitucionales, diplomáticos» .
«Hay evidencia de que la pena de muerte por sí misma no corrige problemas de delincuencia. Esa es una cuestión bien potente. Es popular, sin duda, porque es una idea que suena efectiva, aunque no lo sea de acuerdo a la evidencia comparada», agregó.
Una opinión similar expresó a La Tercera la jefa de bancada de RN, Ximena Ossandón, quien declaró que «cualquier debate debe tener a la vista que Chile por tratados internacionales no puede reponer la pena de muerte ni aplicarla, con excepción de los casos en estado de guerra».