Organizaciones sociales y medioambientales denunciaron ante el Ministerio de Medio Ambiente la inoperancia del gobierno frente a la nueva crisis sanitaria-ambiental en el archipiélago de Chiloé, provocada por la industria de cultivo de salmones, tras el vertimiento de 10.000 litros de pintura tóxica anti-fouling en el río Trainel y el lago Huillinco-Cucao, comuna de Chonchi.
En la ocasión, el Centro Ecoceanos entregó una declaración pública firmada por organizaciones del Bío Bío, Los Ríos, Los Lagos-Chiloé y Magallanes, dirigida a la ministra de Medio Ambiente, Marcela Cubillos, con el petitorio que demanda la implementación de una moratoria nacional que impida que continúe la expansión territorial y productiva de los monocultivos industriales de salmónidos, entre otros puntos.
«La isla de Chiloé se encuentra sufriendo una nueva crisis sanitaria-ambiental provocada por la contaminante industria de cultivo de salmónidos. Sobre 5 kilómetros del curso del río Trainel, afluente del lago Huillinco-Cucao, comuna de Chonchi, contiene el vertido de 10.000 litros de pintura tóxica anti-fouling, que las empresas salmoneras utilizan habitualmente para impregnar las redes de sus balsas-jaulas, para eliminar químicamente organismos marinos que se adhieren a éstas estructuras», señala la declaración.
Las organizaciones denuncian que el área contaminada en la comuna de Chonchi es de una gran importancia turística para las comunidades locales, al ser la vía acceso al Parque Nacional Chiloé. Asimismo, el hoy amenazado lago Huillinco-Cucao es el de mayor tamaño de la isla de Chiloé, y constituye uno de los sitios emblemáticos del patrimonio cultural chilote. En sus alrededores viven diversas comunidades rurales campesinas e indígenas, que dependen del lago y sus afluentes para sus siembras, agua potable y la sobrevivencia de sus animales.
Asimismo, el texto puntualiza que la pintura salmonera anti-incrustante «es un potente biocida marino, que posee altas concentraciones tóxicas de cobre y otros metales pesados, representando una grave amenaza sanitaria por los procesos de bio-acumulación en las cadenas tróficas fluviales y lacustres del archipiélago de Chiloé».
«Los cultivos industriales de salmónidos poseen un largo prontuario de desastres ambientales y sanitarios en el maritorio chilote. A éste nuevo desastre químico-ambiental en curso, se une el reciente hundimiento del well-boat Seikongen, que transportaba 60.000 litros de petróleo y 200 toneladas de salmones, frente a la costa de Chiloé. Como una indesmentible evidencia de la complicidad y permisividad de las autoridades gubernamentales, el well-boat aún permanece hundido frente a Chonchi a casi seis meses del accidente, cuyas causas aún no están determinadas. Las pruebas indican que provendrían de fallas de origen no fiscalizadas, unida a la ausencia de protocolos eficaces durante la emergencia», añade el comunicado.
«Este desastre en curso, se une al vertimiento en mayo de 2016 de 9.000 toneladas de mortalidades de salmones en descomposición, a tan sólo 80 millas náuticas de la costa de la isla de Chiloé. Esta crisis sanitaria-ambiental generó millonarias pérdidas para la comunidad chilota y billonarias ganancias para las empresas salmoneras exportadoras, quienes sacaron ventajas comerciales internacionales de los mega florecimientos de la micro alga Chatonella sp., gatillada por la alta contaminación orgánica provenientes de los centros de cultivos de salmónidos», explicaron.
En ese sentido, las organizaciones afirmaron que «el Estado de Chile es un cómplice activo en la creciente contaminación orgánica y química del mar chilote-patagónico. Ejemplo de ello es la irracional Resolución Exenta 475, emitida por el Sernapesca el 8 de febrero de 2018, la que permite que los well-boats que transportan peces contaminados, puedan verter sus aguas de lastre contaminadas con micro algas tóxicas y patógenos virales, bacterianos y parasitarios, en un polígono de mar ubicado al norte de Melinka, y frente al puerto de Raúl Marín Balmaceda, en el Golfo de Corcovado en Aysén. Debido a la irresponsable medida administrativa pro-salmonera, la Federación de Pescadores Artesanales del Archipiélago de Las Guaitecas interpuso un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso».
«La región de Magallanes también es víctima de las decisiones pro-empresarial salmonera del Estado chileno. En marzo de 2018, el Consejo de Ministro de la Sustentabilidad (CMS) eliminó administrativamente la protección ambiental para las aguas adyacentes al recién creado Parque Nacional Kawésqar. Esto, con el fin de facilitar la entrega de más de 300 nuevas concesiones de acuicultura industrial en éstas prístinas y altamente biodiversas aguas de la Patagonia chilena. De manera complementaria, el CMS liderado por el Ministerio de Medio Ambiente, bloqueó el establecimiento de un Área Marina Protegida de Múltiples Usos (AMP-MU) en el mar Kawésqar. Esto, a pesar de la promesa incumplida de la ex presidenta de la República, Michelle Bachelet y las exigencias de las comunidades canoeras-nómades, pesca artesanal y organizaciones ciudadanas», puntualizaron.
Las organizaciones recordaron además que la industria salmonera en Chile presenta una adicción al empleo intensivo de químicos. Es así que presenta la mayor utilización de antibióticos de esta mega industria acuícola a nivel global. Durante el 2016 la industria empleó indiscriminadamente 700 veces más antimicrobianos por tonelada de salmón producido, en comparación con Noruega.
En dicha temporada, Chile produjo 727.500 toneladas de salmónidos, utilizando para ello 382.500 kilos de antibióticos, principalmente florfenicol y oxitetraciclina. En contraste, Noruega sólo utilizó 523 kilos de antimicrobianos para producir en el mismo período el doble (1,2 millones de toneladas de salmón).
«Esto deja en evidencia la distancia abismal entre el manejo sanitario-ambiental de la industria de salmonicultura intensiva entre Chile y Noruega», agrega el texto.
Finalmente, las organizaciones valoraron la reciente resolución 6086 del Senado de Washington, EE.UU., la cual prohibió para el 2025 todas las operaciones de centros de cultivo industrial de salmón Atlántico, por considerarlos una amenaza ambiental “intolerable”. La eliminación definitiva de la salmonicultura industrial en la principal región acuícola norteamericana, constituye una decisión histórica que apoya la lucha de los ciudadanos, comunidades costeras y pueblos originarios en Chile.
El comunicado termina dando a conocer las demandas de las organizaciones y comunidades firmantes de la declaración:
- a) Moratoria nacional que impida que continúe la expansión territorial y productiva de los monocultivos industriales de salmónidos.
- b) Eliminación efectiva de las operaciones de centros de cultivo de salmónidos en aguas adyacentes a parques nacionales, ríos y lagos.
- c) La eliminación de las piscicultura de salmónidos en lagos y ríos del pueblo Mapuche y las comunidades canoeras Kawésqar.
- d) Prohibición del empleo masivo y profiláctico de antibióticos en la industria salmonera.
- e) Establecer etiquetado informativo sobre el empleo de antibióticos en los procesos productivos de las producciones de salmón de cultivo.
- f) Rechazo al consumo de salmón químico proveniente de granjas de cultivo industrial.
Firman:
Agrupación Defendamos Chiloé
Centro Ecocéanos
Centro de Conservación Cetácea
Comité de Defensa del Borde Costero de Cobquecura
Comunidad Pu Wapi de islas Guaitecas
Comunidad Kawésqar Grupos Familiares Nomades Del Mar
Consejo Lafkenche de Valdivia
Consorcio TICCA
Colectivo Chonque Mapu
Chiloé ta privao
Greenpeace
Observatorio Ciudadano
Sindicato Mar de Todos Marichiweu de Ancud
Mapuexpress.org