El realizador chileno Patricio Guzmán inauguró la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián, con su más reciente documental, «La cordillera de los sueños», donde reflexiona sobre las heridas abiertas del país a raíz del golpe de Estado de Augusto Pinochet y sobre sus consecuencias: el neoliberalismo que «paraliza» al país y la Constitución de 1980.
A partir de una mirada poética sobre el paisaje chileno, Guzmán evoca la «continuidad» que ha tenido hasta el día de hoy el orden impuesto por los golpistas, pues el neoliberalismo y la Constitución de 1980 «siguen ahí», según dijo a la prensa.
«El neoliberalismo es un sistema de dominación que provoca parálisis, Chile está paralizado, no hay movimientos fuertes contra ello», indicó el cineasta al recordar que Chile fue el primer campo de experimentación de los economistas de la escuela de Chicago, encabezados por Milton Friedman.
En el documental es aun más contundente: «El triunfo de la dictadura es que vendieron el país», subraya la voz en off del relato, que se alterna con testimonios de varios artistas chilenos, como el escultor Vicente Garrido o el cineasta Pablo Salas, que aporta buena parte de las imágenes de archivo de aquel periodo.
Guzmán abandonó el país debido al golpe militar y reside desde entonces en Francia. «La cordillera de los sueños», que se estrenó el pasado mes de mayo en el Festival de Cannes, cierra una trilogía que también incluye «Nostalgia de la luz» (2010) y «El botón de nácar» (2015), la primera enmarcada en el norteño desierto de Atacama y la segunda en el océano y la naturaleza del sur chileno.
El director ve esa inmensa cadena montañosa, que ocupa el 80 % del territorio chileno, como símbolo del «abandono de sí mismo» de un país, ya que se trata de un terreno casi inexplorado y que los chilenos apenas visitan.
Fuente: Agencia EFE