El día lunes 5 de febrero se viralizaba a través de Facebook, un vídeo en el que se ve a un hombre de Osorno, identificado como Rodrigo Venegas, denunciando la expulsión que sufrió en la tienda París (de la misma ciudad) tras exigir pagar dos pares de zapatillas de la marca Adidas de acuerdo al precio que marcaba en la caja ($3.790).
En el registro se ve como una mujer, de nombre Virna Muñoz que señaló ser la gerente del local, le pide en reiteradas ocasiones que abandone la tienda, sin darle un motivo de peso e insistiéndole en que no le venderá las zapatillas.
Alrededor de los dos minutos del video, se observa que la mujer pierde la paciencia y empuja al hombre, insistiéndole en que debe abandonar la tienda. Acto seguido, le pide a un par de vendedores (uno de ellos, hijo de Muñoz, según indica el cliente) que la ayuden a retirar a la persona.
Ante la situación, este martes Cencosud, difundió una declaración pública expresando que los dichos de Venegas eran falsos y que el caso se originó en un error en la descripción de un producto, cuyo precio normal era $37.990 y que a pesar de ser una equivocación, se respetó el monto al cliente ($3.790), asumiendo dicho error.
Luego de esta compra y de respetar el precio, según señalan desde el holding, el cliente solicitó comprar un mayor número de unidades del producto al precio errado y ante la negativa de parte de la multitienda, se generó la situación expuesta en el video.
«Me pidió unos minutos para solucionar el problema«
Por otro lado, Rodrigo Venegas, en conversación con El Ciudadano, explica que la declaración de Cencosud es falsa, puesto que el video en cuestión, ocurrió antes de que le vendieran las zapatillas. «Hasta eso momento yo no había comprado las zapatillas, la venta se me había negado», señaló.
Venegas comenta que grabó a la mujer, porque ella fue quien decidió no venderle el calzado y no le explicó el motivo del rechazo de la venta. Resignado, Venegas decidió ir a la oficina servicio al cliente a poner un reclamo por el trato recibido, donde se encontró con el jefe de la sección, quien le ofreció disculpas y aceptó venderle el producto.
«Al ver el video (el jefe de servicio al cliente) reconoció que era un acto muy grave y me pidió unos minutos para solucionar el problema«, comenta Venegas quien salió de la tienda con su hijo de 10 años, para luego volver más calmado a efectuar la compra. Una vez afuera le comentó a carabineros lo ocurrido, pero declinó de realizar una denuncia por el trato de la mujer.
Cuando volvió a la tienda, compró sólo un par de zapatillas, a petición del encargado del servicio al cliente, pero fue nuevamente increpado por Muñoz, que tuvo que ser calmada por su compañero de trabajo, quien evitó que la situación se volviera a descontrolar.
Por último, Venegas señala que el supervisor de París no sólo le vendió las zapatillas, sino que le envió un mail, donde le ofreció un 30% en su próxima compra de máximo $100.000, como compensación por el mal rato.
El Ciudadano